El lío de Mariano Rajoy
"Vivo en el lío", confesó Mariano Rajoy a Artur Mas en enero de este año.
No es para menos. Ahogado en la cuestión a la que dedica casi todo su tiempo —la más que probable petición de un segundo rescate por parte de España a Bruselas—, el presidente del Gobierno tiene también que sacar tiempo para gestionar las contradicciones que se producen tanto en su Gobierno como en su partido. Un lío cada vez más sonoro. Más intenso.
Cuando el follón no lo generan sus ministros —Cristobal Montoro contra Luis Guindos, Montoro contra José Manuel Soria, Montoro contra todos...—, lo provocan sus barones regionales.
Ayer, por ejemplo, el encontronazo enfrentó a varias partes: por un lado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que auguró una modificación de la ley para poder fumar en Eurovegas; por otro, la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, que negó esa posibilidad; y, entre medias, el Ministerio de Sanidad, que no tomó partido y optó por mantenerse en un punto intermedio al enrrocarse en una 'ya se verá'. En apenas unas horas se pasó del 'sí' al 'no' y al 'ni sí ni no ni todo lo contrario'.
No es el único fuego que Mariano Rajoy debe apagar. Este martes, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, ha cargado contra su homólogo valenciano, Alberto Fabra, que previamente había criticado al primero. Un lío, que diría Rajoy.
Monago cree que Fabra estuvo "muy desafortunado" cuando calificó de "guiño populista" su iniciativa de compensar la subida del IVA y sostuvo que supone "defraudar a las futuras generaciones". En un intento de hacerse fuerte, ha asegurado que aplicará el 21% de IVA, pero con mecanismos de compensación.
"NO HA ENTENDIDO ABSOLUTAMENTE NADA"
"Ha estado muy desafortunado y no ha entendido absolutamente nada de lo que yo he dicho y que vengo explicando en los últimos días. Yo lo lamento porque es un compañero presidente de comunidad y buen amigo", ha aseverado Monago, en declaraciones a ABC Punto Radio, recogidas por Europa Press.
Según Monago, "no se trata de defraudar a las futuras generaciones, sino de seguir apostando por un sector que tan importante es para comunidades autónomas como Extremadura". "Yo no puedo aplicar ayudas a la Fórmula 1 porque no tengo, pero si él entendiera que tiene que promocionarlo porque le viene bien a su comunidad no seré yo quien diga que va a defraudar a las próximos generaciones", ha enfatizado.
EXTREMADURA Y CATALUÑA
Hay más, con el presidente extremeño también involucrado. Enfrente, en este caso, la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que pidió a Monago que se ahorrase cualquier comentario sobre la política catalana después de sostener en un acto que "Cataluña pide y Extremadura paga".
"Tendría que dedicarse a su comunidad, así se lo pido. Lo que suceda en Cataluña ya lo hablamos desde el PP catalán", se quejó la líder de los conservadores en Cataluña.
Lo que a todas luces son discrepancias evidentes entre barones regionales —todos asfixiados por las exigencias de cumplir el déficit—, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, lo define de "distintas maneras" de "enfocar un asunto" provocadas por el hecho de gobernar en "muchas" comunidades autónomas.
No existe, desde su punto de vista, "descoordinación". "Una golondrina no hace verano", apunta en referencia a Monago el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, tratando también de imponer un poco de calma donde solo hay ruido.
AISLADO, SOLO Y DESCOORDINADO
Bien diferente lo ven desde el PSOE. La portavoz del grupo socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, expresa su perplejidad ante el hecho de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya arrancado el curso "superado por la realidad", "aislado", "solo", "peleado con todos", con "descoordinación entre importantes carteras" y con "lamentables espectáculos de líderes del PP que presiden comunidades autónomas contradiciendo sus medidas".
Descoordinación tal vez no. Un lío, seguro.