Un Guardia Civil agrede a un hombre por recriminarle que fumara en el puesto de trabajo

Un Guardia Civil agrede a un hombre por recriminarle que fumara en el puesto de trabajo

La Audiencia Provincial de A Coruña ha dictado sentencia.

Control de alcoholemia en una carretera española durante una Operación Salida.Gustavo Valiente

Hace cuatro años, en febrero de 2020, dos agentes de la Guardia Civil estaban realizando a las tres de la madrugada un control de alcoholemia en la avenida de Alfonso Molina, uno de los principales accesos por carretera de A Coruña, cuando dieron el alto a un vehículo en el que viajaban dos personas y que derivó en un incidente que ha terminado en los juzgados y sobre el que acaba de fallar la Audiencia Provincial.

De acuerdo con la sentencia, que recoge La Voz de Galicia, después de que la conductora del vehículo detenido diese positivo en el test de alcoholemia, procedieron a realizarle la prueba al copiloto del coche para ver si podía hacerse cargo de la conducción, pero este también superó el límite permitido, con un resultado de 0,75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, por lo que se inmovilizó el coche.

El conflicto estalló cuando uno de los agentes de la Guardia Civil, mientras redactaba el boletín de la denuncia, fumaba un cigarrillo al aire libre. El copiloto, un vecino de Oleiros, empezó a recriminarle al agente que estuviese fumando "en su puesto de trabajo". La situación se fue tensando poco a poco y cuando el agente le pidió a la conductora que firmase la denuncia, el copiloto le indicó a gritos que se negara a hacerlo, además de exigir repetidamente el número de placa del guardia.

Según la sentencia, el guardia civil, molesto por la actitud del copiloto, se giró hacia él y, tras sacar su defensa reglamentaria extensible, le propinó varios golpes en las piernas, dejándolo tendido sobre el capó del vehículo. El otro guardia presente en el control de alcoholemia, ajeno a lo que había sucedido hasta el momento, ayudó a su compañero a esposar al hombre. En esa detención, el detenido sufrió varios golpes que le causaron contusiones, edemas y hematomas en las piernas, que necesitaron siete días de curación.

Durante el juicio, el agente de la Guardia Civil intentó justificar su actuación alegando que el copiloto había mostrado una actitud amenazante. Según su relato, lo primero que hizo fue apartarlo con las manos "para evitar una posible agresión" y que luego usó la porra con "la fuerza imprescindible para reducir al hombre".

El copiloto, por su parte, admitió que su comportamiento no había sido el correcto y que se puso "pesado y vacilón", pero insistió en que nunca fue desafiante ni agresivo. Sin embargo, el testimonio decisivo fue el de la conductora. Ella, ratificó que su compañero se había puesto "muy pesado", aunque calificó su comportamiento durante el control de alcoholemia de "irrespetuoso, pero no agresivo".

Después de escuchar a las partes, la Audiencia Provincial ha considera que el guardia usó su defensa de manera desproporcionada sobre el detenido, por lo que le impone la pena de multa durante dos meses (600 euros). En esa sentencia, además, el tribunal añade dos notas: la primera, para mostrar sus sorpresa porque el hombre herido se tomó 44 días de baja por unas heridas que desaparecieron en una semana y, la segunda, para criticarlo por no mantener una actitud de respeto hacia el agente de la Guardia Civil.