Por qué ha funcionado el cordón sanitario a la extrema derecha en Francia
La decisión de los partidos de izquierdas y de la formación de Macron de no presentarse en algunos lugares para no separar el voto funciona, aunque Le Pen logra un gran crecimiento en comparación con 2022.
Nadie se esperaba lo que ha sucedido este domingo en las elecciones legislativas francesas, y lo han demostrado las virales reacciones tanto de los seguidores del Nuevo Frente Popular de izquierdas como las de los votantes del partido de extrema derecha de Marine Le Pen. Nadie se lo esperaba teniendo en cuenta los resultados electorales obtenidos por la ultraderecha en la primera vuelta y por las encuestas.
En la primera vuelta, celebrada el pasado 30 de junio de 2024, el partido de Le Pen fue el más votado, con un 33%, por delante de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, con un 27,9%, y Ensemble, la formación de Macron, que obtuvo un 20,8%.
Pero todo cambió en la segunda vuelta. La formación de ultraderecha descendió al tercer lugar con 143 diputados y fue superada por el Nuevo Frente Popular, que obtuvo 182 diputados, y por los macronistas, con 168 diputados. La mayor caída respecto a las elecciones de 2022, sin embargo, fue para estos últimos. Macron venía de ganar los comicios con 245 diputados.
El freno a la extrema derecha se ha logrado gracias al incremento del apoyo a los partidos de izquierdas, que pasaron de 131 escaños en 2022 a los 182 actuales, sobre todo teniendo en cuenta, frente a la caída de Macron en comparación con las anteriores, el crecimiento, pese a la derrota, que han experimentado los de Le Pen: han pasado de 89 diputados en 202 a 143.
Le Pen gana en votos
A pesar de que Marine Le Pen se ha llevado un chasco tras confiar en una victoria aunque fuera por mayoría simple, la realidad es que, a pesar del cordón sanitario, no es desdeñable el avance de la extrema derecha, que se ha hecho con la victoria en número de votos, con más de ocho millones. Aunque no es un apoyo mayor que en la primera vuelta, sí es un gran avance respecto a 2022.
En número de votos, quedaron en segundo lugar los partidos de izquierdas con siete millones seguidos de los macronistas con algo más de seis millones.
A este respecto, ha de tenerse en cuenta, sin embargo, no solo que algunas circunscripciones se decidían ya en la primera vuelta sino también el hecho de que tanto el partido de Macron como la coalición de izquierdas se retiraron en varias circunscripciones para evitar la dispersión del voto, por lo que todo análisis exige una mirada muy detallada en cada circunscripción electoral.
Como detallaba este domingo El HuffPost, más de 200 candidatos se retiraron para dar paso a los políticos con mejores aspiraciones, un gesto que ha calado y ha permitido la unidad de voto, aunque sea en parte con la nariz tapada, como dicen en Francia
Una participación histórica
Otro de los factores que puede explicar el freno a la extrema derecha ha sido una participación histórica. De los casi 50 millones de franceses que estaban llamados a votar, lo han hecho casi 33 millones, es decir, un 66,71% del censo, unas cifras ya cercanas a las de las elecciones presidenciales. En las legislativas de 2022, por ejemplo, la participación fue 20 puntos menor.