Blanca parece, blanca no es

Blanca parece, blanca no es

Portada de la revista '¡Hola!'YOLANDA DOMÍNGUEZ

¿Quién es la mujer que aparece en esta imagen? a) Isabel Preysler. b) Beyoncé c) La reina Letizia. d) Ninguna de las tres. Probablemente no la hayas reconocido, pero mírala otra vez. Ella es Yalitza Aparicio, la actriz nominada a los Oscar que hace de sirvienta en Roma, una película que denuncia el triple sometimiento que sufren las mujeres por la cultura machista, clasista y racista. ¿Y qué hace en la portada de una de las revistas más machistas, clasistas y racistas del mundo? os preguntaréis. Esta imagen podría significar la conquista de un territorio o el derrumbe de muchas fronteras... Si no fuera porque no hay ni rastro de Yalitza Aparicio en ella.

Este número del ¡Hola! (México) también podría haberse titulado "La Cenicienta". Además de ser ficción, es la versión contemporánea del cuento de la chica pobre transformada en princesa por la varita mágica... del Photoshop. La impactante transformación visual nos deja claro todo lo que una mujer necesita para triunfar: ser blanca, delgada y de clase alta. A la actriz mexicana le han sometido a un cambio radical. Le han aclarado la piel varios tonos, le han adelgazado los brazos, le han encogido la caja torácica, le han reducido abdomen, le han hecho una liposucción y hasta un afinamiento de cara. También le han estirado el cuello y le han alargado el cuerpo entero. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. En este vídeo del making of se puede ver a la verdadera actriz con sus rasgos mixtecos que nada tienen que ver (ni que envidiar) al alienígena de ojos fluorescentes que nos han colado en su lugar. Querida Yalitza, si estás por ahí ¡haznos una señal!

  Yalitza AparicioYOLANDA DOMÍNGUEZ

"A todas las retratadas las retocan" argumentan algunos. Que tengamos normalizado el excesivo uso de Photoshop no es un gran argumento, pero sin entrar en ese debate el caso de Yalitza Aparicio es diferente. En esta revista sólo aparecen mujeres ricas y el 99% son, casualmente, blancas. El hecho de que una mujer mexicana de rasgos indígenas aparezca en esta portada es un hecho histórico que incluso podría ser positivo si se hubiesen respetado sus rasgos originales. Podría haber sido un gesto inclusivo que abrazara la diversidad, pero el mensaje ha sido justo el contrario: en esa revista no admiten a mujeres de rasgos no caucásicos. Dicho y hecho, todo el equipo ha puesto todo su empeño en hacer desaparecer a Yalitza Aparicio y recrear un muñeco. "Tú no te preocupes, que luego en posproducción te lo borramos todo". Lo más irónico de todo es el titular que destacan en la portada: "Siempre me he sentido orgullosa de lo que soy y de quien soy". Tenían que haber subtitulado "Tú sí bonita, pero nosotros no".

  Yalitza AparicioHOLA.COM

La pregunta es ¿por qué una mujer de piel oscura, baja estatura y caderas anchas no puede ser considerada guapa? Seguro que la revista piensa que le ha hecho el mejor regalo de su vida. Me recuerda a aquella tramposa campaña de Dove en la que se pedía a un grupo de mujeres que se describieran a sí mismas y todas se veían peor de lo que eran en realidad. Al comparar su descripción con el dibujo "objetivo" resulta que eran más guapas... ¡porque se parecían más al estereotipo! Las revistas de este tipo de tirada internacional pueden hacer mucho por las mujeres mostrando en sus páginas la variedad de rasgos y no limitándonos a un solo modelo. Al decidir dar visibilidad sólo a quienes lo cumplen o retocarlas hasta que se ajusten a él están estigmatizando al resto.

Todas nos alegramos del éxito de Yalitza Aparicio, nos encanta que le hagan entrevistas y aparezca en todos los medios. Pero queremos verla con sus rasgos, con su color de piel y con su propio cuerpo. Que te retoquen para encajar dentro de un canon es machista. Que blanqueen tu color de piel es racista. Que sólo puedas tener cabida en un lugar por el lujo de tu apariencia es clasista. Quien necesita urgentemente un cambio radical es esta revista.