Copa del Rey: Y el Goya es para...
Tras tres días de gran baloncesto, el momento cumbre llegó el domingo: la final entre el Real Madrid y el Barcelona, que hizo de antesala a la gala de los Goya. Tuvo más gracia la primera, dónde va a parar. El Barcelona-Real Madrid fue todo un blockbuster.
El miércoles se ha convertido en el día del cine. Los precios reducidos invitan a ello. Así que, mediada la semana, ustedes ya tienen en mente la película que van a ver. Puede que incluso aprovechen y vayan a cenar por ahí después de la sesión, para acabar de comentar bien todos los detalles. Pero ese plan que esperan con avidez puede irse al traste en segundos, y no porque su pareja le diga que prefiere quedarse en casa viendo el Madrid-Atleti (que también). Usted va con toda su ilusión, decidido a no perderse uno de los pequeños placeres del evento: las palomitas. Pero, cuando ya está sentado en su asiento (o de camino a la sala si es muy ansioso), con las luces apagadas y los tráilers de futuros estrenos en marcha... nota que las palomitas saben a rancio. El aura de perfección se acaba de resquebrajar. Lo mismo le ocurrió a la Copa del Rey de baloncesto con la marcha de Blagota Sekulic. El pívot montenegrino, el más valorado de la Liga, hizo las maletas a tres días del comienzo de la competición. En vez de ir a Málaga, cogió un avión rumbo a Turquía, donde el goloso Fenerbahçe de Obradovic le puso la miel de la Euroliga en los labios. En Tenerife nadie guarda rencor a Sekulic. Al contrario, le agradecen su enorme aportación a un club que hace apenas dos años estaba en la LEB Oro. Pero fue una faena. No sólo para el Iberostar, que nada pudo hacer ante el Barcelona en cuartos, sino para la competición en general. Un jarro de agua fría cuando los carteles con las estrellas de cada equipo estaban ya colgados en las paredes.
Los jugadores del Real Madrid celebran el título. Fuente: Realmadrid.com
Tras tres días de gran baloncesto, el momento cumbre llegó el domingo: la final entre el Real Madrid y el Barcelona, que hizo de antesala a la gala de los Goya. Tuvo más gracia la primera, dónde va a parar. Así acabó el reparto de premios:
Mejor actor: Nikola Mirotic. El montenegrino sigue empeñado en que éste sea su año grande. Se llevó el MVP con un 32 de valoración (con un doble-doble de 17 puntos y 11 rebotes).
Actor de reparto: Rudy Fernández. El alero ha destacado en todos los partidos de la competición, manteniéndose sólido en defensa y acertado en ataque. Gran aportación a todos los niveles que le valieron para pelearle el MVP a Mirotic.
Director: Marcelinho Huertas. Jugó 32 minutos, mientras que los otros dos bases apenas participaron: siete minutos Sada y 30 segundos Pullen. Xavi Pascual le confirió toda la responsabilidad y él no defraudó. Con sus lanzamientos a una pierna, el brasileño llevó a su equipo a las puertas del título.
Efectos especiales: Sergio Rodríguez. El Chacho es ganador indiscutible de esta categoría cada jornada. Para entender por qué, miren este vídeo.
Goya honorífico: Sergi Llull. Metió la canasta definitiva cuando faltaba una décima y dio la Copa del Rey al Real Madrid. Se marcó un Herreros en toda regla (recuerde aquí el triple que dio al Real Madrid la Liga 2004-2005 ante el TAU).
Corto de ficción: Juan Carlos Navarro. Nadie se cree que la estrella del Barcelona acabara con un -3 de valoración.
Sonido: Slaughter y su solo en el balcón de la Comunidad.
El Goya a la mejor película se lo llevó Vivir es fácil con los ojos cerrados. En la Copa del Rey ese título le viene al pelo al espigado Ante Tomic. Gran primera parte del croata, que volvió a diluirse en los minutos decisivos.
El éxito de una película acaba midiéndose por la taquilla. El Barcelona-Real Madrid fue todo un blockbuster: reunió a más de 2.700.000 personas delante de la televisión, el mejor dato de una final de Copa desde que se registran las cifras.