John Le Carré y algunas pistas sobre ‘El legado de los espías’
La esperada novela del escritor británico ya está en las librerías españolas, con Smiley después de 25 años
Por Santiago Vargas
La esperada novela del escritor británico ha llegado este 9 de enero a las librerías de España, con Smiley después de 25 años. En ella ahonda en el caso que lo hizo famoso con 'El espía que surgió del frío' pero evaluado por una generación que no vivió la Guerra fría. Esto es lo que ha dicho la prensa internacional
John Le Carré vuelve a sus orígenes treintañeros. Su nombre es David John Moore Cornwell (Reino Unido, 1931), pero nació como Le Carré en 1961, aunque fue en 1963 cuando todo el mundo supo de él con El espía que surgió del frío. Más de cincuenta años siendo un número uno en su género con casi treinta libros de espionaje. Pocos casos como el suyo, el de escritores siempre esperados, aplaudidos y vendedores. Más de medio siglo con un viejo amigo. Con un clásico contemporáneo de las novelas de espionaje.
Pues bien, ahora Le Carré echa la vista atrás. A aquella historia que lo hizo famoso y nos convirtió en sus fieles lectores. La aparición este enero en español deEl legado de los espías (Planeta),publicada en septiembre en el mundo anglosajón, abre el año de novedades literaria. Y lo hace con dos reencuentros: Le Carré con los hechos y personajes de su libro más famoso y el retorno de George Smiley del que no sabíamos nada desde 1990 con El peregrino secreto.
Antes de empezar con la trama de la novela y lo que han dicho de ella medios internacionales como The Guardian, The New York Times, The Washington Post y BBC hay que recordar que Le Carré-Cornwell trabajó como espía en el Servicio de Inteligencia Británico entre 1950 y 1964. Ese fue el motivo por que tuvo que buscar un seudónimo. Desde entonces ha vendido más de 35 millones de ejemplares, en 36 idiomas, de libros como El topo, La casa Rusia, El espejo de los espías, El infiltrado, Un espía pefecto y Nuestro juego (Todos en Planeta). Le Carré cuenta su biografía en Volar en círculos.
El argumento de El legado de los espías es como sigue: Los hijos de las víctimas de la operación desarrollada contra los servicios de la Stasi alemana en El espía que surgió del fríodemanda a los servicios secretos británicos, conocidos en la obra como el Circo. Peter Guilliam, asistente de Smiley entonces, sale de su retiro para explicar lo sucedido, es en uno de esos momentos cuando aparece Smiley. Todo el pasado es analizado y reevaluado por la nueva generación que no tiene idea de lo que fue la Guerra fría.
Antes de empezar el recorrido por lo dicho en los medios sobre la novela, vale la pena rescatar unas palabras del autor británico en una conversación con The New York Times. Fue el pasado agosto cuando le pregutnaron por qué volvía a escribir sobre la Guerra Fría, y Le Carré contestó:
"Porque me parece, como dice Smiley al final del libro, que lo que sucedió resultó ser inútil. Los espías no ganaron la Guerra Fría. No hicieron absolutamente ninguna diferencia a largo plazo. Quería tomar los personajes y aplicar la experiencia de mi propia vida, y examinar lo que les sucedió desde una dimensión humana y humanitaria. Y luego colocar toda la historia en este vacío en el que vivimos en este momento, que está ocupado por fuerzas realmente amenazantes. Lo que marca el período de la Guerra Fría es que al menos teníamos una misión definitoria. Por el momento, nuestra misión es la supervivencia. Lo que une a Occidente es el miedo. Y todo lo demás está en juego".
El escritor británico John Le Carré. /Fotografía de Nadav Kander-Planeta
Ahora sí, cuatro pistas sobre El legado de los espías:
"Con el colapso del comunismo europeo y el período delirante de paz que siguió -no sabíamos lo que se arrastraba hacia nosotros desde las tierras desérticas que habían sido la cuna de la civilización-, una serie de locuaces contadores de libros predijeron el final de la carreta de Le Carré como novelista, ya que su gran tema se había derrumbado de la noche a la mañana, como el derrumbamiento de un muro de cemento que parecía ser permanente. Por supuesto, llegó a demostrar que los expertos habían estado equivocados, como de costumbre, con obras sumamente ingeniosas como The Night Manager y The Constant Gardener . Sin embargo, muchos lectores añoraban los buenos viejos tiempos del Circo, con sus topos y faroles, sus caldereros, sastres, soldados y espías; es, sobre todo, George Smiley. El legado de los espías lo recupera todo, tan fresco y rancio como siempre, en un cuento que muestra al maestro en todo el vigor de su antiguo dominio. (...)
Un legado de espías , el título sugiere más de un significado, satisface no solo a Le Carré, que es, sino a la forma en que cierra el círculo de la larga carrera del autor de forma tan nítida e ingeniosa. (...)
Smiley aún usa la punta de su corbata para limpiarse las gafas, a través de las cuales todavía mira fijamente a la gente con los ojos cerrados. Smiley es el "hombre de Le Carré" en esencia: un "guerrero frío" renuente, increíblemente astuto, sabio de la maldad del mundo pero inquebrantablemente decente de corazón. Y dado que este es probablemente el último – breve – encuentro que tendremos con él, se le debe otorgar la última palabra.
"El legado de los espías opera en dos niveles. Reconstruye la operación señalada de Leamas, incluso cuando muestra a Guillam 50 años después tratando de escapar del castigo por acciones aclamadas como heroicas en ese momento. La novela puede ser un desafío, ya que a menudo salta entre el pasado y el presente, pero los libros de Le Carré normalmente nos devuelven la paciencia. Esto lo hace porque los problemas de Guillam se extienden más allá de la demanda hasta el asesinato de sus amigos, un atentado contra su propia vida, corrupción en lugares altos, una búsqueda de Smiley y una vida inesperada como fugitivo. (...)
El trabajo de Le Carré a menudo se elogia por su autenticidad, pero tal vez no lo suficiente por su hermosa escritura. Aquí hay muestras de la nueva novela:
"La voz es tan fina como el hombre: nasal, monótona e irritable como la de un niño mimado".
"La buena noticia sobre El legado de los espías es que ofrece un escritor completo. La prosa de Le Carré sigue siendo enérgica y lapidaria. Su ingenio está intacto y rueda como si tuviera rueditas. Está tan interesado en los valores como en los intereses, especialmente en los lugares donde la lealtad, el patriotismo y el afecto se mezclan y se deshacen. Él usa su gravedad a la ligera. (...)
Le Carré no es de mi generación, pero lo he leído durante el tiempo suficiente como para comprender cómo, para muchos lectores, sus personajes son viejos amigos, parte de su mobiliario mental. Hay algo moviéndose al verlos revivir sin esfuerzo, y ver que la vieja magia aún se mantiene.
Mejor diré: leer esta novela a fuego lento es salir del frío.
Durante la semana de presentación de la novela, la primera semana de septiembre de 2017, Le Carré dijo en una entrevista a la BBC:
"Smiley siempre será un poco mayor y más sabio que yo". Luego dejó claro que sus pensamientos e ideas políticas y de la vida se fusionan al hablar del presente: "Es un momento tan difícil para escribir, con el Brexit que aborrezco y Trump que aborrezco también". "Lo que vemos es una Europa atrapada entre dos fuegos, las reglas democráticas atacadas a ambos lados del Atlántico. Es algo muy difícil de tragar para Smiley ".