Hablemos de discapacidad, pero sin prejuicios
A diferencia de otras discriminaciones como la racial, la discriminación que vivimos las personas con discapacidad va más allá de la exclusión activa, es decir, los ataques directos. Tener que entrar por la cocina a un restaurante porque la puerta principal no cuenta con una rampa, no disponer de lengua de signos para múltiples trámites cotidianos... Discriminación son muchos pequeños gestos que, en nuestro día a día, pasan desapercibidos. Si hablamos del mundo laboral la situación se complica aún más en el caso poco frecuente de las personas con discapacidad que tienen un puesto de trabajo.
Por eso, desde Inserta Empleo contribuimos a la integración fomentando la entrada en el mercado laboral de las personas con discapacidad a través de información y formación. Trabajamos con lo que yo llamo "soulware": el software de nuestra plataforma online PorTalento.es y el alma (soul) de las personas que nos volcamos en este proyecto.
Por suerte no estamos solos y, aunque a veces no se conozca contamos con el apoyo de las instituciones, como es el caso de la Unión Europea. El soporte financiero de la Comisión nos permite ser una realidad pero, más allá, la Unión Europea, tiene un importantísimo papel regulador y homogeneizador, que ya está ejerciendo para que se minimicen y desaparezcan las desigualdades.
Y de lo más grande a lo más pequeño, pero igual de determinante para una integración real: la concienciación micro. Más allá de las campañas masivas, la concienciación debe empezar por pequeños detalles: los barrios, las entidades, las organizaciones, los colegios o el trabajo.
Nuestra sociedad ya ha dado el paso de asumir que la discriminación, de cualquier tipo, no es aceptable. Ahora nos queda comprender qué es realmente la discriminación para poder combatirla y que haya una verdadera integración. Nos falta mucho camino por andar. Nos falta visibilizar mucho más y, si para eso tenemos que ser parte de un eslogan, seámoslo.
Las personas con discapacidad lo que queremos es que se hable de nosotras, pero con conciencia, y ante todo, sin prejuicios.