Un vecino orina por costumbre en otras plazas de garaje y se acaba llevando una lección que le quita las ganas de seguir
No ha vuelto a hacerlo.

La lección que se ha llevado un hombre que tenía por costumbre orinar en las plazas de garaje de sus vecinos ha sido de tal magnitud que no ha vuelto a hacerlo nunca más.
El caso lo ha compartido en X la popular cuenta @liosdevecinos, que recoge el testimonio de uno de los afectados.
"Mi vecino tenía por costumbre beber en su coche y cuando le entraban ganas de ir al baño meaba en las plazas de los demás vecinos, incluida la mía. No nos dejó alternativa y le dejamos una mañana los pañales de nuestro hijo", explica junto a la foto en la que se ve el coche rodeado de los pañales.
"No ha vuelto a mear en el garaje", celebra ese usuario, que ha añadido también el cartel que otro vecino le dejó en el ascensor como agradecimiento: "Ole, ole y ole a la vecina que puso los pañales sucios al meón asqueroso".
Algunos usuarios aseguran que la lección ha sido más civilizada que la ellos habrían llevado a cabo. "Qué considerados. Yo hubiese escrito el reproche con una llave en el capó", dice uno.
"Yo le hubiese dejado uno bien restregado en la luna delantera", agrega otra persona.