El impagable momento durante una clase de español: ojo al alumno de arriba a la derecha
"No ni ná".
La profesora de español Claudia Loring ha vuelto a lograr gran repercusión en TikTok al subir a esa red social un momento de una de sus clases que es oro puro.
La docente, que está al frente de una academia llamada Spanish connection que creó hace unos meses y que apuesta por enseñar a los alumnos el idioma en todo su esplendor, incluido el lenguaje más coloquial, ya ha conseguido dar mucho que hablar en otras ocasiones.
Esta vez, en la clase están practicando algunas expresiones andaluzas en su contexto. Así, una de las alumnas empieza saludando: "Shoshete, ¡hola!". "¡Buenos días! ¡Andevá!", responde otro.
La primera relata entonces que va al hospital a ver a su madre, que está enferma. "Ojú, pisha", responde el otro. La mujer cuenta que la madre se cayó de la cama y se rompió la cadera. "Cuscha, si necesitas algo, dímelo", dice el estudiante, que remata: "No ni ná".
Claudia Loring contó su historia hace unos meses en El HuffPost: esta madrileña, que hasta hace un año vivía en Nueva York, había dado clases a estadounidenses jubilados en el Instituto Cervantes. Antes lo había hecho en un centro del sur del Bronx, donde aprendió a formarse, curtirse y a crecer en la forma de dar clase en medio de un ambiente complejo.
Ya en el Instituto Cervantes, el covid-19 cortó sus clases y, como todo en aquellos oscuros meses, las obligó a hacerlas a distancia.
Ese angustioso momento le llevó a darle una vuelta a sus clases y a pensar cómo podía sacarles unas sonrisas a sus alumnos y evadirles por una hora de la realidad. Así que dedicó tres clases de un grupo de nivel C1 (el que ahora se ha hecho viral con el vídeo) a enseñarles tacos y expresiones con cojones, coño y mierda.
Fue todo un éxito. Las clases se hicieron amenas y se rieron mientras aprendían a distinguir entre tener cojones y descojonarse, estar en el quinto coño o hasta el coño e irse a la mierda o estar en la mierda.
Si tiene algo claro esta profesora madrileña y que recuerda una y otra vez es que es mucho más sencillo aprender divirtiéndose con un docente que enganche. En caso de no conectar, el éxito de la cadena de aprendizaje se reduce considerablemente.
“Por eso siempre intento que las clases sean divertidas. Un estudiante no aprende de algo que no le gusta de una persona que no le gusta. Si el profesor te cae mal es mucho más complicado”, detalla Loring, que afirma que le gusta crear buena relación con su alumnado.