El Banco de España advierte: si ves esta señal en un billete, recházalo y pide otro
Desconfía si ves esa mancha de tinta procedentes de un sistema antirrobo.
En un vídeo publicado por el Banco de España se manda un serio aviso por el hallazgo en algunos billetes de euro. Al parecer, se han visto billetes con machas de tinta procedentes de un sistema antirrobos. Esto debe hacer desconfiar al que se lo encuentre y la entidad pide que se rechace y pida otro.
En un vídeo que ha publicado el organismo se explica que uno de los aspectos fundamentales que se tienen en cuenta a la hora de fabricar un billete es "la durabilidad": "Cuanto más resistente sea un billete, menor será la frecuencia con la que habrá que sustituirlo, lo que reduce los costes y el impacto medioambiental".
El Banco de España señala que, en el caso de los billetes en euros, éstos están impresos sobre un papel fabricado 100% con fibras de algodón, lo que los hace muy resistentes.
"Además, los billetes de menor valor, que son los que más veces cambian de manos, están recubiertos de un barniz especial que los protege frente a la suciedad y el deterioro. Es decir, están hechos para durar", señalan.
Pese a ello, el organismo reconoce que los billetes acaban deteriorándose tanto por el uso normal como por algún que otro imprevisto: "También puede ocurrir que nos encontremos con billetes manchados de tinta por la activación de los sistemas antirrobo que tienen algunos cajeros automáticos".
"Si al recibir un billete manchado con tinta sospecha que pudiera proceder de un dispositivo antirrobo, no lo acepte y pida otro", recomienda el Banco de España. El Banco Central Europeo explica que esa tinta procede de dispositivos antirrobo, "también conocidos como sistemas inteligentes de neutralización de billetes (IBNS, por sus siglas en inglés), que se activan cuando un delincuente abre un contenedor protegido, como un cajero automático o la caja fuerte de un vehículo de transporte de fondos".
"Estos sistemas hacen que los billetes robados sean inutilizables y pierdan su valor, lo que reduce el riesgo de que comerciantes, bancos u otros profesionales que manejan efectivo sean víctimas de un delito", dice organismo, que señala que "la tinta de seguridad lo empapa y deja un rastro que normalmente es más visible en los bordes".
"Las tintas más utilizadas son de color violeta, verde, azul, rojo o negro brillantes. La tinta suele derramarse desde los bordes hacia el centro de los billetes dejando un rastro característico. En ocasiones, los productos químicos con los que los delincuentes lavan los billetes para tratar de eliminar la tinta pueden alterar su color original y algunos elementos de seguridad pueden resultar dañados o incluso desaparecer", destaca el Banco Central Europeo.
Con todo, matiza que no todos los billetes manchados de tinta son robados: "Si el billete presenta manchas leves o marcas pequeñas, pero los bordes están intactos, lo más probable es que sean resultado de un acto fortuito causado, por ejemplo, por la tinta de un bolígrafo".
El Banco Central Europeo señala que si, pese a todo, has aceptado un billete machado de tinta, lo mejor es entregarlo a su banco o a un banco central nacional e informar sobre cómo lo recibió.
Así, el banco central nacional comprobará si las manchas proceden de un IBNS y podría informar a la policía, que puede utilizar los billetes como prueba para incriminar a los responsables.
"Si la investigación demuestra que las manchas proceden de un IBNS, es posible que no tenga derecho a reembolso. Los bancos centrales nacionales pueden canjear los billetes en euros manchados por tales dispositivos solo si lo solicita el propietario original que haya sido víctima de la actividad ilícita causante de las manchas, explica.
Billetes rotos
El mismo problema suscita con el billete roto. El Banco de España es muy claro y advierte del problema que puede conllevar querer cambiar un billete dañado. Puede darse la circunstancia de que lo consideren no válido. Y si el billete está roto por la mitad y no sabes dónde está la otra parte deberás demostrar la razón por la que ha sido destruida.