La AEMET confirma lo esperado para el fin de semana con la cresta atlántica
Se acabaron los registros históricos en los termómetros.
Las primeras semanas de noviembre han dejado (como se ha convertido ya en tónica habitual a lo largo de 2023) numerosos récords de temperaturas a lo largo y ancho del país. Uno de los registros más espectaculares tuvo lugar en el área mediterránea, donde el veranillo de San Martín llegó a elevar los termómetros hasta los 30 grados.
Sin embargo, la fase final del mes estará marcada por lo que es habitual en esta época del año: el frío. La causante de este cambio de tendencia, tal y como recoge Meteored, será la cresta atlántica (o Atlantic Ridge, en inglés).
La cresta atlántica es un patrón meteorológico que favorece la llegada de masas de aire de origen polar o ártico a Europa. Y ello se traducirá en una bajada importante de las temperaturas en el viejo continente.
En concreto, esta situación meteorológica denominada cresta atlántica se caracteriza por la presencia de altas presiones sobre el Atlántico Norte central, a una latitud de unos 55 grados Norte.
Las previsiones apuntan a que el mencionado patrón meteorológico estará presente en el continente europeo prácticamente en lo que resta de mes de noviembre y en la primera parte de diciembre, por lo que se puede confirmar que se acabaron de manera definitiva los elevados registros históricos de las últimas semanas.
Consecuencias en España de la cresta atlántica
En el caso específico de España, las entradas de aire procedente del norte o noreste suelen ser frías y secas, por lo que la cresta atlántica haría que se produjeran heladas más generalizadas e intensas en las zonas montañosas de la Península. Si a esta situación se le uniera el viento, la sensación térmica podría ser más baja a la habitual para esta época del año.
La cresta atlántica también favorece históricamente las lluvias en la vertiente cantábrica, en la cara norte del Pirineo y en el archipiélago balear. Sin embargo, apenas suelen registrarse precipitaciones reseñables en el resto de zonas.
Sin embargo, si este patrón meteorológico coincidiera con interacciones de aire subtropical, las lluvias y nevadas sí que podrían llegar de manera más generalizada e intensa a amplias zonas de la Península.
De momento, lo que sí que se sabe con certeza es que la cresta atlántica va a ayudar a que durante este fin de semana se registren valores bajo cero especialmente en lugares montañosos. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirma que este sábado las heladas serán débiles y dispersas en zonas de la meseta y serán más intensas en el entorno de Pirineos.
De hecho, el organismo advierte de que las heladas podrían llegar a ser fuertes en el norte de Lérida. En consecuencia, la AEMET señala que las precipitaciones serán en forma de nieve en Pirineos a partir de 1.400 a 1.600 metros de altura aunque al final del día la cota de nieve descenderá a 1.200 o 1.400 metros.