Miedo de los astrónomos a un cielo oscurecido tras poner en órbita 5 de los satélites más grandes del mundo
Con cada lanzamiento, el cielo nocturno se ilumina un poco más.
La red de satélites BlueBird, que acaba de completar y poner en órbita la estadounidense AST SpaceMobile, es pionera en su clase. Lo que pretende la compañía en la que Google, Vodafone y AT&T han invertido 142 millones, es ofrecer la cobertura de banda ancha en cualquier punto y directamente en los teléfonos móviles, sin la necesidad de usar equipos adicionales o kits de conexión, como ocurre con Starlink, la empresa de Elon Musk.
Aunque la tecnología de AST SpaceMobile está llamada a revolucionar la conectividad tal y como la conocemos hoy en día, para los astrónomos y los científicos puede ser todo un problema: la presencia de sus satélites gigantes en la órbita baja de la Tierra está a punto de convertirse en un problema para la observación de estrellas, planetas o el universo.
Los cinco satélites BlueBird de la red de AST SpaceMobile no solo son grandes, miden 64 metros cuadrados, sino que también brillan lo suficiente como para hacerlos tan visibles que pueden opacar la observación de algunas estrellas. "Los satélites artificiales, incluso los invisibles a simple vista, pueden obstaculizar los trabajos de observación astronómica, los que ayudan a detectar asteroides y a comprender nuestro lugar en el Universo", señala el profesor de astronomía en la Universidad de Arizona, Robert McMillan, a Fanpage.
No es la primera vez que los astrónomos tienen algún problema para observar el universo por culpa de los satélites de la compañía estadounidense. En 2022, un prototipo de AST SpaceMobile bloqueó la visión de la Luna, Venus y Júpiter al cruzarse en el cielo y opacar la vista por su tamaño y brillo, comparable al de las estrellas más brillantes. La comunidad teme que, considerando el crecimiento exponencial de estos satélites en órbita, como los más de 6.000 que ha desplegado ya Starlink, se conviertan en un problema mayor.
Por su parte, el CEO de AST SpaceMobile, Abel Avellan, sostiene que los cinco satélites que ha desplegado su empresa "son solo el comienzo de un viaje" que el sector científico considera que debería estar sometido a regulaciones más estrictas para no comprometer la visibilidad del cielo. Con cada lanzamiento, el cielo nocturno se ilumina un poco más.