La metamorfosis del creador de Twitter: de apoyar la compra de Elon Musk a rajar de él en un año
Jack Dorsey, protagonista de un encuentro con los usuarios de la nueva red social que está a punto de lanzar: BlueSky.
El cofundador de Twitter, Jack Dorsey, ha vivido una auténtica metamorfosis respecto a su opinión sobre el desembarco de Elon Musk al frente de la red social que creó en 2006 y, quien en un primer momento apoyó la compra de la plataforma por parte del máximo accionista de Tesla o SpaceX, se ha mostrado extremadamente crítico con el liderazgo del magnate sudafricano y afirmó que "todo se fue a pique" con su llegada.
Las palabras de Dorsey se han registrado durante un encuentro con los usuarios de Bluesky, la red social que él ayudó a crear en 2019 cuando aún estaba en el equipo de dirección de Twitter y que que prepara su lanzamiento al público después de superar un período de prueba de más de tres años.
El usuario de esta nueva red social le preguntó si creía que Elon Musk era el líder más adecuado para Twitter, a lo que Dorsey contestó: "No. Y tampoco creo que él actuase correctamente al darse cuenta de que era un mal momento (para la venta). Ni creo que la dirección debió forzar la venta. Todo se fue a pique", contestó Dorsey.
Hace solo un año, cuando la dirección de Twitter aceptó la compra del dueño de Tesla -que aún tardaría seis meses en concretarse, tras numerosos vaivenes del millonario-, el mismo Dorsey escribió un tuit en el que alababa la llegada del magnate porque contribuiría a "extender la luz de la conciencia", pero su opinión parece haber virado radicalmente en estos doce meses.
Ciertamente, la llegada de Elon Musk ha traído una gestión caótica que se han traducido en la pérdida de anunciantes y de ingresos, el despido o la marcha voluntaria de tres cuartas partes de su personal y, en lo referente a los usuarios, la imposición de un abono de pago -el Twitter Blue, que permite editar o borrar tuits y aparecer más arriba en el "feed" que ven los abonados- que ha resultado un fracaso.
No pasa una semana sin que Musk -que se ha negado a nombrar a un director o gestor y prefiere ser él quien dirige la red- anuncie un nuevo cambio: el último de ellos consiste en permitir a los medios, a partir de mayo, cobrar por los artículos que postean en Twitter, con una cantidad de la que la red se llevaría una parte.