Dorsey, el jefe de la red social, le explicó que dichas eliminaciones se deben a las campañas de limpieza de cuentas falsas que llevan a cabo en la compañía.
Salvo en casos específicos, Twitter no genera tráfico. Este siempre ha sido el gran problema de este red: mientras Facebook ha tenido que inventar un algoritmo para limitar su efectividad y hacer que las marcas tuvieran que pagar, Twitter sigue buscando una manera de hacer que los usuarios hagan clicks, sin mucho éxito.
A raíz de la compra de Whatsapp por parte de Facebook por la friolera de 19.000 millones de dólares, se ha vuelto a hablar de la existencia una segunda burbuja tecnológica. No está claro que así sea, pero en el mundo de las redes hay una sobrevaloración peligrosa.