Un soldado de la UME es arrestado por hacer fiestas en mitad de una misión
Varios soldados usaron las instalaciones cedidas por el Consell de Ibiza para beber alcohol e invitar a mujeres al edificio.
Un soldado de la UME permanecerá en arresto durante 20 días, ha dictaminado el Tribunal Supremo. La sanción le tendrá recluido en establecimiento disciplinario por participar en fiestas con mujeres y alcohol en instalaciones cedidas por el Consell.
Estos guateques tuvieron lugar en Ibiza en el verano de 2020, mientras se encontraban en una misión de apoyo en las Islas Baleares para luchar contra los incendios. La fiesta la llevó a cabo en el edificio en el que dormían, también asistieron otro soldado y un cabo, que fueron condenados por el Tribunal Militar Central a 20 y 25 días de arresto, según Confilegal.
Este soldado de la UME fue sancionado por su superior por cometer faltas graves consistentes al “agredir, promover o participar en riñas o altercados con compañeros que puedan deteriorar la convivencia en la unidad o en alteraciones del buen orden en el curso de actividades militares o en instalaciones militares”.
Las instalaciones en las que se alojaban los tres implicados habían sido cedidas por el Consell de Ibiza de la UME en virtud de un convenio con el Ministerio de Defensa. La misión por las que dormían en ese edificio era para facilitar la intervención por incendio forestal en esa zona, así como el transporte de vehículos asignados a otra isla si fuese necesario. Por lo que se les requería tener una disponibilidad total y poder incorporarse al servicio en un tiempo menos a una hora.
Sin embargo, aprovecharon durante su estancia para invitar a mujeres al edificio sin autorización, beber alcohol y montar fiestas hasta altas horas de la noche. Esta situación provocó quejas debido al ruido de la música. Además, uno de los vigilantes de seguridad observó al soldado orinar en la puerta de entrada al edificio.
Tras la condena, el Tribunal Militar Central condenó al soldado y a sus otros dos compañeros el 29 de noviembre de 2022. Los soldados no conformes procedieron a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo al considerar que se había vulnerado el derecho a la defensa y su inocencia.
Muchas de las pruebas desmontaban los argumentos de la defensa. Para los magistrados del Alto Tribunal, "la convicción de que los hechos han sucedido en la forma relatada se desprenden, de un lado, del propio expediente disciplinario" y, también, por los testigos civiles. Por lo que entendieron que había pruebas suficientes para condenarle.