Un medio internacional se pregunta si este aceite de oliva es el "oro líquido de los tontos"
Ha demostrado pertenecer a la categoría de "virgen" en lugar de "virgen extra".
Tres años después de su última evaluación, el portal portugués DECO PROteste ha vuelto a analizar botellas de aceite de oliva etiquetadas como "virgen extra". Si bien la mayoría de las 20 muestras seleccionadas era de buena calidad y cumplían con los requisitos, una marca destacó por no alcanzar el nivel prometido: Serrata Clássico, que tras ser evaluada, demostró pertenecer a la categoría de "virgen" en lugar de "virgen extra".
"En comparación con 2021, cuando tres marcas revelaron problemas, las perspectivas han mejorado. En esta prueba, solo una marca no cumplió. La explicación puede residir en un control de calidad inconsistente. Este control debe reforzarse en todas las etapas que puedan afectar a la calidad del aceite de oliva", explica el portal web.
Resultados de la evaluación
El análisis incluyó pruebas químicas y organolépticas, realizadas por un laboratorio acreditado por el Consejo Oleícola Internacional (COI). Según la legislación, el aceite de oliva virgen extra debe obtenerse únicamente mediante procesos mecánicos y no puede presentar defectos en su sabor, olor o apariencia. Además, debe conservarse puro, sin aditivos ni mezclas con otros aceites.
En esta prueba, la muestra de Herdade do Esporão obtuvo la calificación más alta, destacándose por su sabor afrutado, su picor y amargor equilibrados. Unas cualidades que le otorgaron el título de "Mejor de la prueba".
Por el contrario, Serrata Clássico presentó defectos organolépticos, lo que la relegó a la categoría de aceite "virgen". Como consecuencia, el medio Executive se ha planteado si el aceite de esta marca es el "oro líquido de los tontos".
Investigación necesaria
El proceso de evaluación incluyó pruebas iniciales y contrapruebas en dos laboratorios adicionales reconocidos por el COI, cuyos resultados confirmaron la clasificación revisada del aceite de Serrata Clássico. Esto refuerza la necesidad de controles rigurosos para garantizar que los productos cumplan con las estrictas normativas de calidad asociadas a la etiqueta "virgen extra".
Este tipo de investigaciones son fundamentales para presionar a los productores a cumplir con los estándares que prometen en sus etiquetas. También son relevantes para orientar a los consumidores y recordarles que no todo lo que se etiqueta como "virgen extra" cumple necesariamente con los criterios legales y de calidad.