Un cisma en Cataluña por una desalinizadora
Tras la decisión de la Generalitat.
La primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, ha acusado a la Generalitat de actuar "de forma unilateral" con las últimas medidas que ha tomado contra la sequía, como la de instalar una desalinizadora flotante en el Puerto de Barcelona, anunciada por el Govern.
"El grupo de trabajo de emergencia por sequía ha saltado por los aires. Sencillamente tomando decisiones de forma unilateral por parte de la Generalitat, no consultadas, no contrastadas. Evidentemente no participadas por este Ayuntamiento", ha criticado en rueda de prensa la pasada semana.
Para la primera teniente de alcalde, la Generalitat está improvisando, con una actitud que considera "mucha más propia de un partido en campaña que no de un gobierno en acción", por lo que le ha tildado de irresponsable.
Preocupados por el impacto en inversiones
Bonet ha dicho que el Ayuntamiento no conoce los detalles sobre la instalación de la desalinizadora, pero que les preocupa el impacto que tendrá en las inversiones estructurales que necesita el sistema de abastecimiento de agua para dotar de los hectómetros que faltan.
"Lo que sí sabemos es que va a costar mucho dinero que son 100 millones, y estos 100 millones tenemos serias dudas de que no afecten a las inversiones estructurales que habían anunciado y que tendría el sistema de abastecimiento de agua", ha afirmado.