Un capitán y un teniente del Ejército de Tierra, a tortazos en una comida de hermandad
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena penal de ocho meses de cárcel a un capitán del Ejérctio de Tierra tras un incidente violento.
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena penal de ocho meses de cárcel a un capitán del Ejérctio de Tierra tras un incidente violento con un teniente en el Acuartelamiento ‘General Álvarez de Castro’, en la provincia de Gerona. La Sala Quinta, de lo Militar, del Supremo ha desestimado así el recurso del capitán, y ha avalado la sentencia del Tribunal Militar Territorial Tercero, que le condenó como autor de un delito consumado de abuso de autoridad en la modalidad de maltrato de obra a un subordinado, previsto y penado en el artículo 46 del Código Penal Militar, según ha informado el medio El Confidencial Digital.
Mientras, el subordinado, un teniente, fue absuelto del delito de insulto a superior, pero tuvo que pagar una multa de 1.098 euros como autor responsable en grado de tentativa de un delito de insulto a superior, en su modalidad de maltrato de obra a un superior, con la atenuante de legítima defensa incompleta, según el mismo medio.
Este agrega que en la sentencia se explica que los dos oficiales arrastraban "desencuentros". La tensión entre ambos terminó por estallar el 2 de diciembre de 2021, cuando se celebró una comida de hermandad del Regimiento de Infantería ‘Arapiles’ 62, con base en el Acuartelamiento ‘General Álvarez de Castro’, de Sant Climent Sescebes (Gerona).
Después de la comida, algunos "fueron a tomar algo a la cantina/cafetería del acuartelamiento”. Y ya en la terraza, a donde salieron a terminar las consumiciones, comenzó una discusión que tensó la situación. Según el relato de hechos probados por el Tribunal Militar Territorial Tercero, “finalmente, con la intención de resolver la tensa situación fuera de la vista del personal militar que se encontraba en la zona, el capitán" invitó al teniente “a que se fueran a pegar fuera de allí: ‘Vamos detrás a pegarnos’”.
El teniente aceptó el desafío, pero otro capitán que había participado en la discusión les siguió. Ambos dos iban lanzándose frases, según el mismo medio: “Aquí los hombres nos vestimos por los pies”, decía el capitán, y el teniente le contestaba “sí sí, pero yo no soy como su compañero, pero luego no se lamente”.
Tras la mediación del otro capitán, el teniente “estaba iniciando el movimiento de girarse para marcharse”, cuando el capitán que le había desafiado, “de forma sorpresiva, dio una torta en la mejilla izquierda al teniente”. El teniente tenía las manos a la espalda, pero lanzó una patada en dirección al capitán que le acababa de agredir. No llegó a impactar en el superior porque el otro capitán intervino y desequilibró al teniente. Este segundo capitán sujetó y se llevó de allí al teniente sin mucha resistencia.
El teniente comunicó por teléfono lo sucedido al teniente coronel jefe del batallón y al coronel jefe del regimiento, y les dijo que pretendía dar parte por escrito. Finalmente, el caso se juzgó en el Tribunal Militar Territorial Tercero, que condenó a ocho meses de cárcel al capitán, y a una multa al teniente.