Un anciano muere en su casa después de varias llamadas de auxilio: la última es para reflexionar
La ayuda llegó casi dos horas después de la primera llamada.
Las muertes por caídas de personas mayores parecen ser un fenómeno lamentablemente generalizado en Finlandia. Así lo refleja el fallecimiento de un hombre de 80 años que recibía atención domiciliaria: antes de morir el año pasado, le dio tiempo a llamar varias veces para pedir ayuda a través de una pulsera de seguridad.
Así se desprende de una investigación de la defensora del Pueblo adjunta, Maija Sakslini, el pasado noviembre, en relación con la denuncia presentada por la familia. La investigación incluye las llamadas transcritas realizadas al servicio de seguridad por el fallecido, según informa el medio finlandés Ilta-Sanomat.
El hombre, tras caer sobre su andador, pudo realizar hasta cuatro llamadas antes de que el servicio de emergencias llegara a su casa. El operador de guardia en el centro de llamadas de emergencia afirmó que no pudo entender al hombre debido al alto volumen de la televisión o la radio en el apartamento. Pero le aseguró que la ayuda estaba en camino.
Lo mismo ocurrió durante las otras dos llamadas, el hombre hablaba, pero no conseguían entenderlo, aunque le aseguraban que ya habían enviado ayuda. Finalmente, a la cuarta llamada, unos 40 minutos después de la primera, el hombre solo pudo llamar, pero no hablar.
El servicio de emergencia, finalmente llegó al domicilio del hombre casi dos horas después de la primera llamada. El personal sanitario que llegó lo encontró sin vida, inició RCP y llamó al centro de emergencias. Pero a pesarvde los primeros auxilios, murió en su casa.
Según los familiares que presentaron una denuncia ante el defensor del Pueblo, la demora en la situación fue significativa y fatal. En su decisión, la defensora del Pueblo les dio la razón: el funcionamiento de la empresa responsable fue inadecuado teniendo en cuenta la gravedad del caso y puso en peligro la vida, la salud y los cuidados necesarios del hombre.
