El sorprendente motivo por el que está prohibido llevar lápices al espacio
Una historia de muchas décadas.
Las leyendas se multiplican cuando de hablar sobre el espacio se tratan. En todos los aspectos relacionados con la exploración espacial hay mitos, bulos y falsas creencias. Incluida la de que los bolígrafos no funcionan 'allí arriba'.
Durante años, la NASA y Roscosmos investigaron e invirtieron en bolígrafos y lápices adecuados para su uso más allá de la Tierra, una cuestión no tan sencilla por la presión de la tinta de los primeros y los riesgos de que se rompiesen a bordo de una aeronave los segundos, con los peligros que ello podría conllevar.
Mitos aparte, como explica Meteored, la realidad de por qué no se pueden llevar lápices convencionales es bastante menos historiada y tiene que ver con esa última idea. Cualquier partícula, por diminuta que sea, se aloje o disturbe el funcionamiento de los avanzadísimos equipos técnicos de una nave pueden estropearlos seriamente.
Como la punta de los lápices puede romperse con relativa facilidad y dado que sus restos se pueden quedar flotando en el interior de la nave, por ejemplo el plomo, la madera o la punta de grafito... los peligros se multiplican
Problemas que obligaban a buscar soluciones. Metidos en la era digital la solución pasó por recurrir a la escritura digital en tabletas electrónicas diseñadas especialmente para el espacio.
Y junto a estos 'aparatos', los astronautas siguen recurriendo a bolígrafos como el Fisher Space Pen, una revolución en su momento, e incluso lápices, pero de tipo mecánico, no el convencional que todos tenemos a mano.