Secretismo absoluto de la NASA con la hospitalización de un astronauta nada más regresar a la Tierra

Secretismo absoluto de la NASA con la hospitalización de un astronauta nada más regresar a la Tierra

La agencia espacial estadounidense confirma que un miembro de la tripulación fue ingresado tras su aterrizaje, sin revelar detalles sobre su estado de salud.

Los astronautas Matthew Dominick, Michael Barratt, Jeanette Epps y Alexander Grebenkin, hace ocho meses en la jornada de lanzamiento del SpaceX Falcon 9Joe Raedle

Secreto absoluto. Un astronauta de la NASA que ha completado un misión de casi ocho meses en la Estación Espacial Internacional (EEI) y que ha vuelto hace poco a la Tierra, ha sido trasladado de urgencia a un hospital de Pensacola, en Florida, en el que permanece ingresado sin que la agencia espacial de Estados Unidos haya comunicado todavía ni la identidad del astronauta ni la causa del problema médico que ha provocado el ingreso. 

Se limita únicamente a señalar que al astronauta se le trasladó "por precaución" al centro hospitalario, poco después de aterrizar en el Golfo de México en una cápsula de SpaceX junto a otros tres compañeros, dos estadounidenses y uno ruso, que debían haber vuelto a Tierra hace dos meses, pero las dificultades con la cápsula Starliner de Boeing, el huracán Milton y varias jornadas de mal tiempo en Florida postergaron el regreso.

Al aterrizar, los astronautas se sometieron a los habituales chequeos médicos, pero a uno de ellos, cuyo nombre se mantiene en secreto, se le detectó un "problema médico" que provocó su traslado a un hospital como medida preventiva. Según la NASA, está estable y permanecerá ingresado por precaución, aunque la agencia espacial estadounidense no tiene planes de hacer públicos más detalles sobre su evolución por, dicen, su privacidad.

El regreso a la Tierra después de varios meses en condiciones de ingravidez representa siempre un reto físico para los astronautas. Pueden tardar días o semanas en readaptarse a la gravedad terrestre, lo que exige exhaustivos controles médicos para garantizarles una adaptación segura.

La tripulación, formada por los astronautas de la NASA Matthew Dominick, Michael Barratt y Jeanette Epps, junto con el cosmonauta ruso Alexander Grebenkin, despegó en marzo a bordo de una cápsula de SpaceX. Pese a los desafíos, Barratt, veterano de varias misiones espaciales, elogió el trabajo de los equipos en Tierra que "tuvieron que reorganizar y replantear todo con nosotros y ayudaron a adaptarnos a los contratiempos".

Actualmente, la Estación Espacial Internacional ha retomado sus operaciones normales con un equipo de siete miembros: cuatro astronautas estadounidenses y tres cosmonautas rusos.