Salamanca se rinde a sus nuevos cazafantasmas
Los integrantes de este peculiar grupo ya son conocidos por todos los vecinos de la ciudad.
Sus nombre son Álvaro, Daniel, Raúl y Alberto y tras poco más de un mes ya son consideradas como cuatro de las personas más importantes del municipio salmantino. Su labor, tan útil como sorprendente, deja a todos boquiabiertos e incluso ya han concedido alguna entrevista, como la publicada en La Gaceta, diario regional de Salamanca.
Ataviados con unas máquinas tan aparatosas como desconocidas para el resto, recorren calles y calles de toda la ciudad de Salamanca eliminando chicles pegados en el suelo. Según sus cuentas, habrán eliminado alrededor de unos 3.200 chicles en poco más de 40 días.
Pero sin duda, lo más llamativo de toda la historia es, sin duda, el mote que los vecinos les han puesto: los cazafantasmas. Las máquinas que le acompañan y el funcionamiento de las mismas les han servido para ganarse ese peculiar pero cariñoso apodo.
Según comentan al medio citado, anteriormente trataban de eliminar los chicles con agua a presión, algo que no daba el resultado esperado y que requería un gran esfuerzo. Actualmente la tarea es mucho más fácil de realizar, aumentando la eficiencia del trabajo.
Tomás del Río, encargado del servicio de limpieza viaria de Salamanca asegura que a día de hoy están eliminando unos 800 chicles al día gracias a la máquina, aunque como ellos mismo afirman, no todos los días se puede mantener el ritmo.
Lo que sí tienen claro es que trabajo no les va a faltar y aseguran que, aunque tienen un contrato por 12 años y ninguna persona volviera a tirar un chicle más, seguirían teniendo trabajo durante todos los años porque afirman que hay lugares en los que hay "capas sobre capas de chicles".
Por su gran labor en el municipio se han ganado el respeto y la admiración de todos los vecinos en tiempo récord y aunque por el momento solo están trabajando en las calles y zonas más céntricas y concurridas, esperan poder extender su labor al resto de la ciudad.