Qué son los osiconos, los "cuernos" que tienen las jirafas
Están cubiertos de piel y pelo, lo que les da una apariencia diferente y los hace menos visibles a simple vista.

Las jirafas, con su imponente altura y su característico cuello largo, son uno de los animales más reconocibles del reino animal. Sin embargo, hay otro rasgo distintivo que a menudo pasa desapercibido: los osiconos. Estas protuberancias, que se asemejan a cuernos, son una característica fascinante y única de las jirafas y otros miembros de la familia Giraffidae, como el okapi.
A diferencia de los cuernos de otros animales, los osiconos no son simplemente estructuras óseas. Están cubiertos de piel y pelo, lo que les da una apariencia diferente y los hace menos visibles a simple vista. Además, los osiconos están presentes tanto en machos como en hembras, aunque su tamaño y forma pueden variar entre los sexos y las diferentes especies de jirafas.
Los osiconos comienzan a desarrollarse al final de la gestación y, en sus primeras etapas, no están fusionados al cráneo. Esta fusión ocurre más tarde, generalmente cuando las jirafas alcanzan la madurez sexual. En los machos, los osiconos tienden a ser más gruesos y pueden volverse calvos en la parte superior debido al contacto frecuente durante los combates. En las hembras, los osiconos son generalmente más pequeños y menos prominentes.
Una de las funciones principales de los osiconos es servir como armas durante los enfrentamientos entre machos. Estos combates, conocidos como "necking", implican el uso de la cabeza y el cuello como garrotes, donde los osiconos añaden peso y concentran la fuerza del impacto. Esta capacidad de usar los osiconos como armas es crucial para establecer la dominancia y el acceso a las hembras durante la temporada de apareamiento.
Además de su función en los combates, los osiconos también desempeñan un papel en la termorregulación. Están altamente vascularizados, lo que significa que tienen un gran suministro de sangre. Esto permite a las jirafas regular su temperatura corporal de manera eficiente, especialmente en el cálido clima de la sabana africana. La capacidad de mantener una temperatura corporal adecuada es vital para la supervivencia de las jirafas en su entorno natural.
Los osiconos también ayudan a proteger la cabeza de las jirafas durante los enfrentamientos y otras actividades. Su estructura robusta y su cubierta de piel y pelo proporcionan una capa adicional de protección contra lesiones. Esta protección es especialmente importante durante los combates, donde las jirafas pueden recibir golpes significativos en la cabeza y el cuello.
En el caso del okapi, un pariente cercano de la jirafa, los osiconos son más pequeños y puntiagudos. Los machos de okapi tienen osiconos, mientras que las hembras carecen de ellos por completo. Esta diferencia en la presencia y el tamaño de los osiconos entre machos y hembras es un ejemplo de dimorfismo sexual, una característica común en muchas especies animales.
La diversidad de formas y tamaños de los osiconos en las jirafas y sus parientes extintos es notable. Algunas especies extintas tenían múltiples pares de osiconos, mientras que otras tenían osiconos con texturas rugosas o formas aplanadas. Esta variabilidad en la morfología de los osiconos refleja la diversidad evolutiva dentro de la familia Giraffidae.