Ni es Bali ni es el centro de la Tierra: el exuberante paisaje subterráneo con río muy cerca de España

Ni es Bali ni es el centro de la Tierra: el exuberante paisaje subterráneo con río muy cerca de España

Todo un paraíso para los amantes de la geología y de las aventuras.

Gouffre de Padirac.Getty Images

Seguro que todos hemos leído u oído hablar de Viaje al Centro de la Tierra, una de las obras más aclamadas de Julio Verne. Esta fascinante historia nos lleva a explorar los misterios del interior de nuestro planeta, describiendo un entramado subterráneo lleno de maravillas ocultas. Aunque parezca fruto de la imaginación, hay lugares en el mundo donde vivir una experiencia similar es posible, un auténtico sueño para los más fanáticos.

Uno de esos rincones es el Gouffre de Padirac, una imponente cueva en el sur de Francia que ofrece a los aventureros la oportunidad de sumergirse en un paisaje subterráneo espectacular. Esta enorme cavidad se erige a pocos kilómetros de la frontera con España y cautiva a los visitantes con su fascinante paisaje bajo tierra, donde un río serpentea entre formaciones rocosas milenarias.

Ubicada cerca de Gramat, esta cueva cuenta con una abertura de aproximadamente 35 metros de diámetro y una caída que alcanza los 103 metros de profundidad. De esta forma, la cavidad ofrece un acceso único al corazón de la Tierra. Tras descender por la sima, los exploradores se adentran en un mundo que parece sacado de un cuento de fantasía. Un paseo en barca nos permite admirar de cerca las impresionantes estalactitas y estalagmitas esculpidas a lo largo de milenios en su interior.

¿Qué ver en su interior?

Una vez descendido los 100 metros de profundidad, podremos ver al fondo dos galerías que se encuentran enfrentadas entre sí: la Galerie de la Grande Arcade, que no se ha explotado del todo; y la Galerie de la Source, que conecta con la Rivière Plane. Es ahí donde comienza el recorrido en barca de apenas un kilómetro de longitud que maravilla a todos los visitantes que tienen la suerte de surcar las tranquilas aguas.

Al final del trayecto se encuentra la Lac de la Pluie, una zona de filtración permanente en la que la bóveda se eleva y las paredes se agrandan. A su vez, se puede apreciar suspendida la Grande Pendeloque, una cadena de cascadas de calcita de 60 metros de longitud que no pasan desapercibidas. Tampoco se puede pasar por alto la Lac des Gours, una especie de laguna formada por la sucesión de múltiples diques de calcita. 

Aunque es casi imposible fechar la existencia de esta gran cueva, lo que sí se puede concretar es el momento en que fue descubierta. Para ello tenemos que remontarnos al año 1889, cuando el famoso espeleólogo francés Édouard Alfred Martel exploró la sima con un equipo de expertos y encontró un conjunto único en su especie. De esta forma, este enclave natural se ha convertido en un destino turístico esencial para los amantes de la geología y el ecoturismo.

Titania
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Santander

Hasta la fecha, se han cartografiado 42 kilómetros de galerías llenas de secretos, tales como su temperatura que puede llegar a descender hasta los 13ºC. Además, su ubicación cercana a los Pirineos y al sur de Francia lo convierte en una parada ideal para quienes buscan combinar la aventura subterránea con la belleza de los paisajes naturales de la región. En definitiva, este fenómeno es todo un espectáculo visual que promete sorprender a todo tipo de públicos.