"Movilización general" en Francia contra el acoso en las aulas tras varios suicidios
Habrá clases de empatía, confiscación de teléfonos móviles en casos graves, exclusión de alumnos que acosen en las redes... Un trabajo común de varios ministerios para una "lucha sin cuartel".
"Movilización general", "lucha sin cuartel", "batalla nacional", "un electroshock". Las etiquetas son de peso, a la altura del problema. Son las que definen el nuevo plan contra el acoso escolar lanzado por el Gobierno de Francia, después de varios suicidios que han sacudido a la sociedad del país vecino, poniéndola frente al espejo del problema.
El Gobierno francés ha entendido que tiene que declarar la guerra al acoso escolar y de ahí ha nacido una hoja de ruta en la que la primera ministra, Elisabeth Borne, ha pedido "la implicación de todos" para acabar con esta lacra en los centros educativos. Borne ha explicado que el objetivo es llevar todos los casos ante la justicia y excluir a los alumnos acosadores de las clases y de las redes sociales.
Y lo hará con medidas concretas, como por ejemplo clases de empatía, confiscación de teléfonos móviles en casos graves y exclusión o cambio de colegio de alumnos que acosen en las redes sociales -quien suele irse es el acosado, buscando calma-. Los acosadores se verán obligados a hacer módulos de ciudadanía, igualmente, para reconducir su conducta.
También habrá medidas de prevención, como test de detección en las aulas para ver si hay menores que están sufriendo este problema y no lo han verbalizado aún, y se prevé la creación de "brigadas" antiacoso, grupos de profesionales que vigilarán e intervendrán cuando detecten algún caso, y se pondrá en marcha un número de teléfono para las víctimas (el 3018).
También se ha dirigido personalmente a los acosados: "Ustedes no son responsables. Lo que estáis viviendo es inaceptable, insoportable. Desde vuestras clases hasta vuestras habitaciones, a veces 24 horas al día en las redes sociales, para vosotros el acoso está en todas partes y a todas horas. Así que la movilización debe ser universal. Todo el mundo tiene que desempeñar un papel. Junto a todo mi Gobierno, estamos con vosotros y lucharemos sin tregua contra el acoso escolar".
El plan del Gobierno tiene como telón de fondo la indignación social y las críticas al Ministerio de Educación que han provocado varios casos trágicos de acoso escolar que han acabado en suicidio. Según Borne, se trata de un "fenómeno masivo" que hay que denunciar en las escuelas y en las redes sociales, una de las vías de acoso más imparable de la actualidad. El Gobierno tiene previsto formar a todos los adultos implicados en la educación de los menores.
La medida llega tras una cadena se suicidios que han impactado notablemente hasta en el Gobierno, reconoce la primera ministra. Como el de Lucas, en abril; tenía 13 años, como Lindsay, que se mató en junio. Apenas 15 contaba Nicolas, protagonista del caso más reciente, muy duro porque su familia avisó a las autoridades de que estaba siendo acosado y humillado por tres niños y le dijeron que su acusación era "intolerable".
"Nicolas, Lindsay, Lucas... Cada uno de estos nombres resuena como un fracaso de todos nosotros. Son niños a menudo perseguidos por su discapacidad, su sobrepeso, su orientación sexual o su carácter", dijo la primera ministra Borne en el acto de presentación de las nuevas medidas, cuando recordó que uno de cada 10 alumnos sufre acoso escolar y uno de cada cuatro padres asegura que su hijo lo padece.