Madrid huye del 'caso Cataluña' con un prometedor golpe a la sequía
Madrid implementa nuevas medidas para reducir el consumo de agua y evitar episodios de sequía similares a los de Cataluña.
La Comunidad de Madrid ha lanzado un ambicioso proyecto de modernización de infraestructuras de regadío. Este plan, que se desarrolla en las pequeñas explotaciones agrícolas de La Poveda, en Fuentidueña de Tajo, busca no solo aumentar la rentabilidad agraria, sino también reducir significativamente el consumo de agua.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha destacado la importancia de estas obras durante su reciente visita a la zona. “Estamos comprometidos con la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de nuestros recursos hídricos”, afirmó Novillo.
El proyecto, iniciado en julio de este año, se extenderá a lo largo de doce meses y abarcará una superficie productiva de 144 hectáreas, pertenecientes a 93 propietarios. Entre las mejoras previstas se incluyen la instalación de 33 unidades de riego, la construcción de una caseta de bombeo y la renovación de la línea eléctrica de alta tensión. Además, se implementará un sistema de telecontrol para la apertura y cierre del recurso hídrico, así como un huerto solar con módulos fotovoltaicos para compensar el consumo de energía eléctrica de las fincas.
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es la incorporación de sistemas automatizados que facilitarán la labor agrícola y permitirán la introducción de nuevos cultivos, en sustitución de los tradicionales de secano como el cereal de invierno y el maíz. Estas medidas no solo contribuirán a un uso más racional del agua, sino que también mejorarán la productividad y la rentabilidad de las explotaciones.
La inversión total del proyecto asciende a más de 3,1 millones de euros, de los cuales más de 600.000 euros son aportados por el Gobierno regional, 2.049.979 euros provienen del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y más de medio millón de euros son financiados por la Comunidad de Regantes.
Además de las mejoras técnicas, el proyecto incluye importantes medidas ambientales para proteger el corredor de árboles y arbustos de ribera y conservar los hábitats de las especies autóctonas, algunas de ellas especialmente protegidas. Para ello, se ha establecido una senda paralela al Camino de los Almendros que regulará el paso, realizando podas ecológicas de la vegetación natural y repoblaciones arbóreas alrededor de la nueva caseta de bombeo.
La concentración parcelaria, llevada a cabo previamente por el Gobierno autonómico, ha sido clave para la viabilidad del proyecto. Este proceso, que duró ocho años y contó con la colaboración del Ayuntamiento de Fuentidueña de Tajo, permitió reagrupar los terrenos y optimizar los accesos, reduciendo la dispersión y obteniendo fincas de mayor tamaño. La nueva delimitación mediante mojones de piedra y la infraestructura viaria adaptada al nuevo trazado han sido fundamentales para mantener los valores naturales de la zona.
El proyecto también contempla una fase de amueblamiento, prevista para julio de 2025, que consistirá en la adquisición e instalación de los equipos necesarios para utilizar el sistema de riego a presión en cada parcela. Esta fase final garantizará que las mejoras implementadas sean plenamente operativas y sostenibles a largo plazo.
