Llevas toda la vida poniendo las bolsas de basura mal: esta es la forma de evitar malos olores
Un gesto al que casi nadie presta atención pero que es clave para su correcto funcionamiento.
Se trata de una de las tareas más comunes y cotidianas que cualquier persona hace en su hogar, ya que suponen una herramienta esencial para que el hogar se mantenga limpio. Colocar las bolsas de basura tanto en la cocina como en los cuartos de baño es una labor imprescindible, pero a la que quizá, no le prestamos la atención que deberíamos, seguramente por lo automatizada que la tenemos.
Y debido a ello, es más que posible estés cometiendo un error que le ocurre a mucha gente. Hablamos de cómo colocar las bolsas en el cubo, y el por qué de la importancia de este gesto tan habitual al que rara vez se presta atención.
Como todos comprobamos cada vez que acudimos al supermercados, hay bolsas de basura de distintas materiales y características. Esto tiene su explicación en que cada una tiene una función distinta: unas pueden ser biodegradables, otras perfumadas -que son las más habituales en los hogares- y otras que son más resistentes.
Las perfumadas, presentes en la mayoría de hogares, cuentan con la característica de que acaban con el mal olor de los residuos orgánicos que tiramos al cubo, pero en su colocación hay un aspecto igual de importante, que nos facilitaría enormemente el hecho de sacarlas del cubo gracias a sus asas.
Y es que, la importancia de cómo introducir la bolsa en el cubo es un hecho importante a la hora de sacarla, ya que muchas veces caemos en el error de colocarlas en la orientación incorrecta, haciendo que su función sea menos efectiva. Para evitar esto, hay que fijarse en un aspecto clave de las bolsas: el lado perfumado.
Este detalle es importante, y es importante que esta parte sea la que esté en contacto con el cubo, gracias a lo cual los olores se mitigan de forma mucho más potente. ¿Y cómo sabemos cuál es esa parte? La respuesta es muy sencilla.
Tan solo hay que mirar con atención la costura de la bolsa, de forma que si esta se encuentra hacia fuera, la bolsa está mal colocada. Y este gesto, por absurdo que parezca, ayuda no solo a reducir los olores y que los líquidos no se cuelen, sino también a la hora de sacarla del cubo, ya que al estar más uniforme, es más complicado que se rompa.
