La preciada seta de octubre aparece de manera repentina en España con un tamaño monstruoso
"Es el boletus más grande que nunca antes había visto", señala un leonés aficionado a recoger setas.
El otoño supone la llegada de la temporada de setas, en la que muchos ciudadanos aprovechan su tiempo libre para pasear por la naturaleza y recolectar estos deliciosos alimentos que son ampliamente usados en la cocina. Las personas que realicen esta actividad en León están de suerte.
Eduardo Álvarez cuenta en León Noticias que tiene la tradición de salir a recoger setas desde hace 26 años, pero este año se ha llevado una grata sorpresa mientras se encontraba buscando con su amigo Fernando Rodríguez al descubrir algo "poco habitual": una boletus gigante.
Si bien los boletus edulis y pinicola son algunos de los productos más buscados entre las personas que se dedican a recoger setas, su tamaño el tamaño de los aparecidos recientemente es lo que ha sorprendido a los dos amigos, sobre todo por el momento en el que nos encontramos. "No eran de un tamaño habitual y menos para ser el comienzo de la temporada", asegura.
El peso de los boletus suele rondar los 300 gramos, pero las recogidas por estos dos leoneses podrían superar el kilogramo. "Es el boletus más grande que nunca antes había visto", señala Álvarez. Ambos tardaron "muy poco tiempo" en llenar sus cestas y lograr esta "gran recogida" para la época del año en la que estamos.
¿Hay setas el resto del año o solo en otoño?
Los meses de octubre y noviembre son los mejores para que las setas crezcan en nuestros boques y puedan recogerse debido a que la alta humedad y las temperaturas suaves favorecen este crecimiento. Las setas comestibles más comunes en esta época del año son: boletus, níscalos, rebozuelo, trompeta de la muerte, lengua de vaca, gula de monte, seta de cardo y senderuela.
A partir de enero, las condiciones meteorológicas se vuelven más extremas y el frío dificulta la aparición de setas, aunque es el momento en el que surgen dos hongos muy populares: la trufa negra (Tuber Melanosporum) y la trufa blanca (Tuber Magnatum).
En primavera, con la vuelta del buen tiempo, se pueden volver a encontrar algunas setas comestibles: colmenilla, perrechico, senderuela y rebozuelo. También en verano, aunque suelen ser secos, puede haber setas, algunas de ellas restantes de la campaña primaveral: rebozuelo, boletus, huevo de rey y trufa de verano
