Rompe el récord con la pesca de un monstruo de río de 15 kilos y se gana al mundo: "No voy a matarlo por un récord"
Ha logrado un récord y el aplauso de todos los presentes en la competición.
Dante Piraino es un joven de 25 años que trabaja como ingeniero de proyectos y dirige su propio negocio de aparejos para barcos, Deep River Technologies. Pese a llevar una vida de lo más ajetreada, todavía tiene tiempo para disfrutar de sus aficiones y conseguir récords.
Apenas tuvo tiempo de preparar la competición de la New York BASS Federation, dividida en dos torneos, que se celebra en el río San Lorenzo a finales de septiembre. Sin embargo, este joven oriundo de Baldwinsville, logró sorprender a todos con el resultado. "Ha sido muy agitado intentar compaginarlo todo, pero ha sido bueno", contó en New York Upstate.
Piraino ganó el segundo torneo del fin de semana estableciendo un récord de NY BASS Nation con un peso total de 31,4 libras en la bolsa de cinco peces. Ninguno de los casi 100 pescadores de la Bassmaster Elite Series, entre los que se encontraban los mejore del mundo, superó la marca de las 30 libras durante un torneo en el río San Lorenzo a mediados de agosto.
Sin embargo, este chico logró al capturar una lubina de boca pequeña que pesó 9,0 libras en la báscula del torneo, superando en más de media libra el récord de Nueva York establecido en 2022 por Thomas Russell. Ahora, el Departamento de Conservación Ambiental está procesando la documentación de Piraino para certificar pronto su espectacular ejemplar como nuevo récord estatal.
Captura y liberación
Además de la que le dio el récord, Piraino logró pescar otras cuatro lubinas de un tamaño considerable. "Fue una locura. Un día mágico. No tuve tiempo ni de asimilarlo", recordó. Los organizadores de la competición le propusieron conservar el pez para que el récord fuera certificado de forma inmediata, pero él se negó rotundamente.
"No voy a hacer es. No voy a matarlo solo por el récord estatal", dijo. "Nunca dudó ni un momento cuando el DEC le dijo que tendría que poner el pescado en hielo", afirmó Barb Elliot, uno de los oficiales del torneo. Un gesto que Elliot valoró mucho: "Este chico sabe pescar y tiene ética y espíritu, y además se preocupa por el recurso. Me sentí muy feliz de estar allí para manipular ese pez en persona".
Al ser preguntado por su decisión, el joven lanzó una profunda reflexión: "Ese pez era más viejo que yo. No sobreviven 25 años siendo tontos. Definitivamente hay algunos peces tontos que comen cebo vivo y luego los ponen en la sartén. Fue muy selectivo con sus comidas durante 25 años. Déjenlo ir y que se reproduzca".