La historia detrás del perro bodeguero, la raza de can con origen gaditano

La historia detrás del perro bodeguero, la raza de can con origen gaditano

El pelaje es corto y denso, predominantemente blanco, con marcas faciales tricolores de fuego, blanco y negro.

Ratonero bodeguero andaluz.Getty Images/iStockphoto

El ratonero bodeguero andaluz es una raza de perro española que se originó en la provincia de Cádiz, en Andalucía. Esta raza se desarrolló a partir de los perros terriers traídos por comerciantes vitivinícolas ingleses a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Estos terriers, principalmente fox terrier de pelo liso, se cruzaron con los perros locales utilizados en las bodegas y cuadras para eliminar ratas y ratones. El resultado fue una raza muy eficaz en la caza de roedores, con una gran homogeneidad y un color blanco distintivo que facilitaba su identificación en las bodegas oscuras.

El ratonero bodeguero andaluz es un perro de tamaño mediano, ágil, delgado y atlético, con una cabeza triangular y un cráneo semiplano. Sus ojos son oscuros y su dentadura completa con cierre en tijera. El pelaje es corto y denso, predominantemente blanco, con marcas faciales tricolores de fuego, blanco y negro. Esta raza es conocida por su vivacidad, inteligencia y fuertes instintos de caza, siendo especialmente tenaz y atenta en la caza de roedores. Además, poseen un olfato y una vista impecables, lo que les permite coordinar sus movimientos con gran agilidad.

La gestión del libro genealógico de esta raza corresponde a la Real Sociedad Canina de España, y aunque no está reconocida por la Federación Cinológica Internacional (FCI), sí lo está por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España. En octubre de 1983, Bartolomé Benítez Pérez-Luna presentó los primeros estatutos de la asociación de criadores ante el Ministerio del Interior, dando lugar al nacimiento del Club Nacional del Perro Ratonero Andaluz. Este club ha trabajado arduamente para la presentación y reconocimiento de la raza, participando en exposiciones caninas y ganaderas, y colaborando con la facultad de veterinaria de Córdoba para la elaboración del estándar oficial de la raza, aprobado en 1997.

El ratonero bodeguero andaluz ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad por el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera en septiembre de 20209. Además, el Kennel Club de Finlandia aceptó en 2012 que la raza participe en sus eventos. Esta raza es conocida por su lealtad, amabilidad y capacidad de adaptación, siendo amigable y buena con los niños según el club de la raza. No se han documentado enfermedades específicas para esta raza, aunque existen faltas leves y graves que pueden afectar su estándar.

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El color blanco fue seleccionado para facilitar la identificación de los perros en las bodegas oscuras, y su capacidad para cazar roedores y alimañas los hizo muy valorados en la región. La raza ha sido promovida y controlada por criadores dedicados a la agricultura y ganadería, quienes han contribuido significativamente a su desarrollo y reconocimiento oficial. La colaboración de aficionados y expertos ha sido crucial para el impulso y consolidación de la raza, que hoy en día es un símbolo de la cultura andaluza y un valioso compañero en la caza de roedores.