La discoteca incendiada en Murcia abrió antes de pedir licencia y sorteó el cierre entre trámites
A pesar de tener orden de cierre desde 2022, la sala dividida en dos estuvo operando aprovechándose de alegaciones, recursos y una descoordinación administrativa, según 'El País'.
La discoteca murciana Fonda Milagros, en cuyo incendio el pasado fin de semana murieron 13 personas, abrió e inició su actividad incluso antes de haber solicitado licencia al Ayuntamiento de Murcia, según recoge El País este martes, en una información en la que apunta a que sorteó la orden de cierre que pesaba sobre el local aprovechándose de una suerte de caos administrativo, marcado por trámites burocráticos y la descoordinación en la Administración.
Había estado operando desde mayo de 2019 -en base a publicaciones vistas en redes sociales promocionando noches temáticas-, hasta que el 27 de junio la empresa Teatre Murcia S. L. trató de legalizarla mediante una modificación de actividad, lo que supone un trámite sin mayores complicaciones. No obstante, la realidad es que ya se había dividido el local en dos salas dando lugar a la discoteca Teatre -venía funcionando desde 2008- y Fonda Milagros, el nuevo espacio dedicado a la música latina.
Ni le permitieron acudir a ese sencillo trámite, ni nadie ejecutó la orden de cierre que pesaba sobre la disco desde 2022. Se mantuvo en ese limbo hasta que en la madrugada del sábado al domingo se produjo la tragedia. Pero, ¿cómo pudo hacerlo?
Un caos administrativo
Según recoge El País, la empresa se aprovechó de un auténtico caos administrativo marcado por la presentación de alegaciones y recursos, aprovechando los tiempos que brindan los silencios administrativos que se sumó a la descoordinación entre departamentos.
En este sentido, también habría pesado que la empresa de las discotecas hubiese iniciado la apertura de un expediente paralelo para legalizar dichos negocios, tras la división, complicando aún más el complejo recorrido burocrático.