La desesperante historia del hombre que ha recorrido las farmacias de Galicia buscando bolsas de orina
"La situación nos obliga a utilizarlas varios días y eso me preocupa", explica.
Los episodios de desabastecimiento en las farmacias no son nuevos. Los problemas en la fabricación de muchos productos, la bajada de los precios o los cambios repentinos de la demanda están complicando que muchos pacientes encuentren los medicamentos y artículos sanitarios que necesitan para completar sus tratamientos, algunos de gravedad.
Es el caso de un vecino de Pontevedra que, según El Progreso, ha recorrido todas las farmacias de Galicia para localizar unas bolsas de orina de pierna que necesita su mujer, a la que por un problema de salud le han tenido que extirpar la vejiga. Paciente de ostomía, su esposa necesita este tipo de dispositivos "para hacer una vida lo más normal posible".
Sin embargo, tal como explica al diario gallego, conseguir las bolsas de orina en Galicia se está convirtiendo en una auténtica pesadilla: "Estoy tan desesperado que cada vez que puedo salgo con el coche a ver si logro alguna", señala el protagonista de esta historia, quien asegura haberse paseado ya por varios ayuntamientos gallegos e, incluso, cruzar la frontera autonómica hasta Castilla y León para intentar encontrar en las farmacias leonesas, sin éxito, el producto que tanto necesita su mujer.
Los problemas de abastecimiento de bolsas de orina de pierna se deben a que el mayor fabricante del mundo de este tipo de artículos, con sede en Irlanda, cerró sus puertas hace unos meses. Una cierre que ha provocado la ruptura en la cadena de suministros y que afecta también al Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, donde aseguran que "casi no tienen unidades para ellos", reservándolas para los casos urgentes.
La Seguridad Social financia el producto, pero los problemas de abastecimiento no son los únicos a los que se tiene que enfrentar este pontevedrés. En unas cuantas ocasiones se ha visto obligado a llevarse a casa un modelo que no se corresponde con el que figura en su tarjeta sanitaria, lo que le obliga a pagarlas en su totalidad hasta que llegan a las farmacias las que necesita su mujer, algo que puede afectar a su calidad de vida.
"No se debería hacer, pero la situación nos obliga a utilizar las bolsas varios días y eso me preocupa. Tengo miedo de que afecte a su salud, porque como van conectadas directamente al riñón, temo que haya una infección. Es desesperante. Ya no sabemos qué hacer", explica el denunciante.