La AEMET comparte una desoladora imagen del incendio de Tenerife
Hablan de incendio de sexta generación, de os que son “imposibles de extinguir”.
El incendio de Tenerife afecta ya a 8.4000 hectáreas y abarca un perímetro de 70 kilómetros, aunque en las ultimas horas los efectivos afirman que las condiciones meteorológicas son más favorables. Sin embargo, la zona norte es la que más preocupa en este momento ya que solo tienen controlado el 20 por ciento del frente.
El incendio que se ha considerado como el más grave de Tenerife en los últimos 40 años dejó ayer por la tarde una desoladora imagen que ha recogido el centro de la AEMET en el teleférico del Teide y que un experto de la AEMETE ha compartido en la red social X, antiguo Twitter. “Impresiona esta imagen del atardecer de ayer en Izaña (Tenerife). Se aprecian las potentes columnas de un incendio que ha adquirido tintes de megaincendio o sexta generación”, se pudo leer.
Un incendio de sexta genera tanta energía que provoca tormentas.
Los incendios de sexta generación son los más violentos y se caracterizan por un comportamiento errático por la formación de un “pirocúmulo”, es decir, “desde el propio incendio libera tanta energía que te genera una nube, genera una tormenta”, asegura Víctor Resco, profesor de Ingeniería Forestal en la Universidad de Lleida.
Si nos lo imaginamos, es como una chimenea que tiene un tiro muy grande. Esa columna de humo es como si fuéramos un tiro de la chimenea que le da una potencia increíble al incendio. Es una tormenta, es decir, puede descargar rayos y puede generar nuevos frentes a través de las descargas eléctricas. Es decir, es un incendio que se puede multiplicar a sí mismo”, añade.
Incendio ‘inmortal’
El experto añade que este tipo de incendios resultan casi imposible de extinguir. “De todas formas, no es necesario llegar a un incendio de sexta generación para tener un incendio inextinguible. En realidad, cuando tenemos las llamas que están más allá de los dos metros y medio, más allá de los tres metros, el incendio genera tanta energía que, por más que le echemos agua, le estamos haciendo poca cosa”.