Juanma Mérida, el ciclista español que se ha cruzado África de norte a sur en 150 días

Juanma Mérida, el ciclista español que se ha cruzado África de norte a sur en 150 días

Este aventurero, que ya se recorrió Europa, ha terminado su hazaña de recorrer la distancia entre Alejandría y Ciudad del Cabo en cinco meses.

Juanma Mérida, en un cartel del Ecuador.Juanma Mérida

Juanma Mérida recorrió el año pasado 29 países europeos en bicicleta. Tardó 100 días y lo hizo sin dormir ni una sola noche en un hotel u hostal, solo se sirvió de su tienda de campaña y del alojamiento que le daba la gente de forma puntual. Con esta semejante aventura completada a las espaldas, lo normal sería buscar relax y comodidad, pero eso no entra en los planes de este intrépido valenciano de 34 años. 

Nada más llegar a casa volvió a coger el mapa y a organizar su siguiente aventura. Esta iba a ser cruzar África, de norte a sur, en bicicleta. De Alejandría, en Egipto, a Ciudad del Cabo, en Sudáfrica pasando por Sudán, Etiopía, Kenia, Tanzania, Zambia, Botsuana y Namibia. 12,385 kilómetros que ya puede decir que ha completado en 150 días en los que ha vivido absolutamente de todo. 

En este tiempo ha tenido tiempo de pasar por Sudán días antes de que estallara una guerra civil, plantarse cara a cara con una leona, ver como un elefante huía de él o como una manada de cebras casi se lo llevan por delante. También ha tenido que atravesar el desierto del Sáhara, subir las montañas de Etiopia con toda la población pendiente de él o disfrutar del paraíso tanzano de Zanzibar. 

A pesar de haber puesto su cuerpo al límite en más de una ocasión, él no quiere ni oír hablar de la palabra miedo. "Está en nuestra cabeza", afirma un Mérida contento y orgulloso por su hazaña, aunque con la pena de haber terminado un viaje que ha disfrutado al máximo y que ido compartiendo en su canal de YouTube y del que está escribiendo un libro sobre su aventura. 

En él quiere, además de narrar sus episodios, también pretende profundizar en el pánico que existe a la hora de hacer viajes de este estilo. "Tenemos miedo a viajar en bicicleta, pero cuando lo he hecho tampoco he sentido ese miedo que pensaba que iba a tener. Es como todo, en Occidente también hay zonas peligrosas en las que te pueden robar y donde te la juegas más", añade este empresario, socio de un negocio sobre experiencias deportivas en medios naturales.

Para evitar mayores peligros, él ha preguntado constantemente los locales. "La gente en África es increíblemente buena, el peligro real solo es en los barrios pobres de las ciudades grandes. En las zonas rurales no tienes ningún problema, a mí siempre me han intentado ayudar", reconoce este ciclista español. Por ejemplo, cuenta que un camionero le llevó a Nairobi (Kenia) cuando tenía la bicicleta rota o que le han dejado dormir en los terrenos seguros de los pueblos donde paraba. 

Una aventura de unos 2.475 euros 

Si para el viaje en Europa se gastó casi 1.000 euros, para este el presupuesto de ahorros del que ha tenido que tirar ha ascendido a 2.475 euros. Los visados, señala, han sido los principales causantes de este mayor desembolso económico, ya que en total se ha gastado unos 500 euros, pero no el único.

En esta aventura africana ha intentando descansar un par de días en alojamientos que busca cuando llega a las ciudades. Aunque reconoce que son baratos, al final y tras 150 días con sus respectivas noches todo suma. "Intento viajar siempre con poco presupuesto porque eso me obliga a interactuar más con la población y quiero vivir la aventura desde dentro, pero en esta sí que he necesitado tirar de alojamiento para ducharme y descansar bien", explica. 

Sobre la bicicleta solo le ha acompañado la tienda de campaña, un par de maillots deportivos, dos modelos de ropa de calle, cuatro botellas de agua y herramienta para reparar la bicicleta. "La ropa la voy lavando cada dos o tres días. Igual que la comida y la bebida, al final recorriendo 140km diarios en tres días encuentras poblaciones donde abastecerte", asegura.

Mérida tampoco tiene ningún problema en beber agua no embotellada: "Si la gente local la bebe yo también puedo. Otra cosa es un sitio donde no haya nadie y vea agua, ahí no la cojo". Igual que con la comida, que es partidario de comer en puestos callejeros en vez de en restaurantes más lujosos. "Me gusta probar su comida".

"Luego intento llevar cosas de emergencia por si se me hace tarde algún día, pero si no tengo no pasa nada, ya me he acostado varios días sin cenar", añade este ciclista español, que solo ha comido una pizza y una hamburguesa en dos días en los que estaba de bajón.

"Es imposible prepararse para este tipo de viajes"

Una cosa que deja clara Mérida es que no hay forma humana de prepararse en España lo que se va a vivir durante cinco meses en África. Su secreto es estar dispuesto a adaptarse a cualquier situación que se pueda vivir. 

"Me he estado duchando en muchos sitios con cubos de agua, vas al baño como puedes, pero es lo que hay. Si lo consigues hacer descubres que África te gusta, pero con el pensamiento occidental de todo limpio, en orden y perfecto es complicado", resume.

A nivel mental, comenta, también hay que ser fuerte porque todo el mundo te pide dinero y comida: "En Egipto eso ya me pasó y les daba a casi todos los que me pedían algo, pero luego te vas dando cuenta que no puedes solucionar los problemas de un continente entero. Decirles que no fue durísimo. Parecía que me había preparado emocionalmente en España, pero no, hasta que no llegas y lo haces no sabes lo que decirle que no a un niño desnutrido llevando dos animales esqueléticos. Es un shock total".

Mérida, que únicamente ha conocido a tres españoles en todo el viaje, llegó a estar un mes sin ver a una persona blanca siendo él el centro de atención, algo que le fue "muy agobiante".

"En Etiopía todo el mundo quería pararme para hablar y fue un agobio constante, tuve mucha falta de tranquilidad. Cada vez que me paraba se me llenaba la bici de gente, era imposible descansar y fue muy duro. El peor país de todos, tanto por eso como por el terreno montañoso que es", describe.

Incluso apunta que le intentaron robar el móvil, donde tiene toda la información, y que le quisieron tirar de la bicicleta y le tiraron piedras hasta el punto de llegar a rompérsela. "Tuve que hacer unos 2.000 km con la bicicleta rota hasta que llegué a Nairobi, donde ya pude arreglarla".

Cara a cara con una leona

En Tanzania, Mérida se vio obligado a atravesar el Parque Nacional de Mikumi, de unos 50 kilómetros. Cuando llegó a la entrada preguntó si se podría encontrar con animales salvajes y le dijeron que no, que nunca había pasado nada. 

Así que decidió asumir el riesgo y cruzarlo. Tardó dos horas, pero fueron unos 120 minutos que no se le olvidarán jamás. A los pocos kilómetros se empezó a encontrar con monos, cebras y ñus, que estaban a los lados de la calzada. Sin embargo, el primer susto llegó cuando un jabalí salió de la maleza para atacarle. Por suerte no le pilló y pudo escapar.

"Después me crucé con una serpiente de dos metros o más y aluciné", rememora, pero lo más fuerte le llegó unos kilómetros más adelante: "Había un camionero parado grabando con el móvil y me avisó que había una leona a 100 metros. Paré, me quedé bloqueado mirándola y estaba acojonado, si quiere atacarme no puedo hacer nada. Me bajé de la bicicleta y dije si me ataca y me da tiempo me meto en el camión como pueda. Al final se fue, pero tener una leona de tú a tú es una sensación que da mucho miedo. Los siguientes kilómetros hasta salir los hice lo más rápido que pude pero asustado".

A pesar de este encuentro con una leona o los que tuvo con una manada de cebras y un elefante en Botsuana, Mérida no duda en definir este viaje como "el más salvaje de mi vida". "Me siento afortunado por poder hacerlo y me estoy llevando unas experiencias de la gente y de la naturaleza brutales", finaliza, dejando claro que "viajar en bicicleta es una maravilla".

  Todo lo que ha recorrido Juanma Mérida.Juanma Mérida
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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es