Esto es lo primero que debes hacer al llegar a una habitación de hotel
Quítalo rápido y mételo en el armario.
En general, los hoteles ponen a disposición de sus huéspedes una serie de objetos para satisfacer sus necesidades, aunque algunos de estos artículos son desconocidos para mucha gente y casi nadie sabe qué hacer exactamente con ellos.
Una camarera de piso revela a Aimar Bretos del programa 'Hora 25' de la cadena SER, qué es lo que debemos hacer con "una cosa que no abriga ni hace nada”.
La camarera de piso Silvia Contreras, se refiere al plaid, esa especie de colcha, similar a una manta que encontramos a los pies de la cama al llegar al hotel. Contreras explica que es un elemento puramente decorativo y que lo mejor es "plegarlo y guardarlo en el armario" nada más llegar a la habitación. Eso sí, “lo que no tenemos que hacer es dejarla en el suelo”, insiste.
A lo largo de la entrevista, también ha resaltado otras muchas qué cosas hacemos mal como huéspedes cuando abandonamos la habitación y aquellas que les hacen a ellas más fácil el día a día.
Las toallas, dentro del lavabo o encima de la tapa del váter
Para su comodidad, explica Contreras, los clientes deben dejar las toallas dentro del lavabo o encima de la tapa del váter. De esta forma, evitan tener que agacharse y ganan unos segundos en esa habitación.
¿Dejar la cama hecha o retirar las sabanas?
Muchos creen que lo mejor es dejar la cama hecha antes de irse. Sin embargo, lo mejor es retirar las sábanas. "Si los huéspedes las quitan, nosotras ganamos minutos que podemos dedicar a otra habitación".
Ventanas ¿abiertas o cerradas?
Según Contreras, depende de la hora a la que se marchen los huéspedes. Si se van de madrugada, lo mejor es dejarla cerrada, ya que no se sabe lo que tardará la camarera de piso en ir a esa habitación. En cambio, si se marchan cerca de la hora del check out lo mejor es dejarla abierta.
¿Qué hacemos con los restos de comida?
Lo normal, dice Contreras, es que los huéspedes bajen al restaurante la comida que hayan pedido al servicio de habitaciones. "Si no quieren bajarla en el momento, pueden dejarla en la habitación. Lo que está feo es sacarla al pasillo", señala.
La hora a la que abandonemos la habitación también es clave
Si los clientes apuran, a las camareras se les acumulan las salidas y tienen menos tiempo del planeado para poder dejar listas esas habitaciones: "No tenemos que correr, tenemos que volar para poder salir a nuestra hora".
Una sorpresa cada día
Silvia lleva desde los ochenta limpiando habitaciones, ha desarrollado un sexto sentido, que le permite intuir si el cliente que acaba de entrar en la recepción le va a dejar la habitación hecha una leonera. Aunque, a pesar de su experiencia, cuando abre la puerta, todavía tiene la sensación de que va a abrir un Huevo Kinder porque se "encuentra una sorpresa cada día.
Como comenta, existen situaciones que, aunque resultan repugnantes, son habituales. "Que nos dejen preservativos es lo más normal. Antes, teníamos ventiladores en las habitaciones y la gente los dejaba sobre el ventilador. El problema es que encendías el ventilador porque hacía calor, eso giraba y caía de todo. Nos pasó una o dos veces. Desde entonces, aprendí que los ventiladores había que dejarlos quietitos". También hay familias que dejan pañales tirados por el suelo o sobre la cama.
Las camareras de piso se van de vacaciones
Igual que ella nota cuando en una habitación se ha alojado una camarera de piso, ella es la clienta ideal cuando viaja con sus compañeras. "Nosotras, cuando terminamos la temporada nos vamos de viaje cuatro o cinco días. Dejamos todo recogido en la habitación y yo creo que las kellys lo deben notar. Somos conscientes de que no podemos dejar que otras compañeras se maten limpiando".