Estas son las preciosas zonas por las que pasa el segundo río más largo de España

El río Ebro, con sus 930 kilómetros de longitud, es una de las arterias fluviales más importantes de España. Naciendo en la Cordillera Cantábrica, este río serpentea a través de diversas comunidades autónomas, ofreciendo a su paso un espectáculo natural que abarca desde montañas y valles hasta fértiles llanuras y deltas. Su recorrido no solo es un testimonio de la diversidad geográfica de España, sino también un reflejo de su rica historia y cultura.

A lo largo de su trayecto, el Ebro atraviesa regiones que han sido testigos de importantes eventos históricos y que albergan una biodiversidad única. Desde los verdes paisajes de Cantabria hasta las áridas tierras de Aragón, el Ebro es un río que conecta no solo territorios, sino también historias y culturas.

Nacimiento en Cantabria

El Ebro nace en Fontibre, un pequeño manantial situado en la comunidad autónoma de Cantabria, a una altitud de 1.850 metros. Este lugar, rodeado de frondosos bosques y montañas, es un destino popular para los amantes de la naturaleza y el senderismo. El manantial de Fontibre es accesible a través de una serie de senderos bien señalizados, y los visitantes pueden disfrutar de un entorno tranquilo y pintoresco.

La Rioja: Tierra de Viñedos

A medida que el Ebro avanza hacia el sur, entra en La Rioja, una región famosa por sus viñedos y bodegas. Aquí, el río riega extensas plantaciones de uvas que producen algunos de los vinos más reconocidos de España. Las rutas del vino en La Rioja ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar bodegas tradicionales y modernas, degustar vinos de alta calidad y aprender sobre el proceso de vinificación. Además, la región cuenta con numerosos festivales y eventos relacionados con el vino a lo largo del año.

Navarra: Historia y Naturaleza

El Ebro continúa su curso hacia Navarra, donde el paisaje cambia a colinas ondulantes y campos de cultivo. En esta región, el río pasa cerca de la histórica ciudad de Tudela, conocida por su impresionante catedral y su casco antiguo. Los visitantes pueden explorar los monumentos históricos de Tudela y disfrutar de la gastronomía local, que incluye platos tradicionales como las verduras de la huerta navarra. Además, Navarra es hogar de varias reservas naturales, como las Bardenas Reales, un paisaje semidesértico de gran belleza y singularidad.

Aragón: El Corazón del Ebro

En Aragón, el Ebro alcanza su máximo caudal y atraviesa ciudades importantes como Zaragoza. La capital aragonesa es famosa por la Basílica del Pilar, un impresionante edificio barroco situado a orillas del río. Zaragoza ofrece una mezcla de historia, cultura y modernidad, con numerosos museos, teatros y festivales. Además, el tramo aragonés del Ebro es ideal para actividades acuáticas como el piragüismo y la pesca.

Cataluña: El Delta del Ebro

Finalmente, el Ebro llega a Cataluña, donde forma uno de los deltas más grandes y ricos en biodiversidad de Europa. El Delta del Ebro es una zona de humedales, lagunas y marismas que alberga una gran variedad de aves y otras especies animales. Este parque natural es un destino popular para los observadores de aves y los amantes de la naturaleza. Los visitantes pueden recorrer el delta en bicicleta, a pie o en barco, y disfrutar de la tranquilidad y la belleza del entorno.

Trámites y Procedimientos para Visitar

Para aquellos interesados en explorar las maravillas del Ebro, es importante tener en cuenta algunos detalles prácticos. La mayoría de las áreas naturales y parques a lo largo del río requieren permisos para ciertas actividades, como la pesca y el piragüismo. Estos permisos se pueden obtener a través de las oficinas de turismo locales o en línea. Además, es recomendable planificar las visitas con antelación, especialmente durante la temporada alta, para asegurar el acceso a las atracciones y actividades deseadas.

El Ebro, con su diversidad de paisajes y su riqueza cultural, ofrece una experiencia única a quienes deciden seguir su curso. Desde su nacimiento en las montañas de Cantabria hasta su desembocadura en el Mediterráneo, este río es un testimonio vivo de la belleza y la diversidad de España.