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España goza de su propio Orient Express: un tren exclusivo que es toda una alabanza al lujo

España goza de su propio Orient Express: un tren exclusivo que es toda una alabanza al lujo

Una experiencia única para los que buscan experiencias exclusivas.

Imagen de archivo del interior de un vagón de tren.Getty Images/iStockphoto

En el amplio universo del transporte, los ferrocarriles y trenes han sido históricamente subestimados por las masas, pero al mismo tiempo venerados por una legión de fieles seguidores. Viajar en tren no solo es desplazarse, sino que se trata de una experiencia que conecta con la nostalgia y con la magia de observar el mundo pasar al ritmo pausado de las vías. Quizás no sean los más rápidos ni los más modernos, pero dejan una huella innegable.

En este sentido, España ha consolidado su lugar en el mapa turístico de lujo con una joya sobre raíles que recuerda al mismísimo Orient Express: el Transcantábrico Gran Lujo. Un convoy inspirado en la Belle Époque que combina la sofisticación de los trenes históricos con la comodidad y el lujo más modernos. Ofrece una experiencia única para aquellos pasajeros que buscan los servicios más exclusivos.

Desde su inauguración, este tren recorre el arco comprendido entre San Sebastián y Compostela, apoyándose en un autocar para algunos trayectos y permitir que sus viajeros disfruten de localidades como Bilbao, Santander, Gijón, Oviedo, Luarca, Ribadeo, Viveiro o Ferrol. A bordo, los pasajeros son transportados no solo a través de paisajes espectaculares, sino también en el tiempo gracias a su decoración inspirada en los años 20.

Un recorrido lleno de lujo

El Transcantábrico se inauguró en 1983 en León, cuando Renfe buscaba crear una experiencia ferroviaria única que combinara lujo y turismo, inspirándose en los grandes trenes clásicos como el Orient Express. Así, en el año 2000 se reformó y en 2011 se transformó oficialmente en El Transcantábrico Gran Lujo, una versión aún más exclusiva y sofisticada, diseñada para satisfacer las demandas de los viajeros más exigentes.

El tren destaca por su decoración, ya que parte de sus vagones datan de la década de 1920 y fueron construidos para la Compañía Internacional Wagons-Lits por la empresa Leeds Forge, un fabricante referente en material ferroviario rodante. Además, el ferrocarril ofrece un total de 14 suites de lujo decoradas con madera y que cuentan con su propio salón, dormitorio con cama de matrimonio o gemelas y hasta baño privado. 

Las comodidades a bordo se completan con prensa nacional e internacional, biblioteca, salón panorámico y un coche pub en el que se celebran fiestas y actuaciones en directo. En el vagón comedor, los pasajeros son tratados con una experiencia gastronómica de primer nivel. Ahora bien, todo este lujo tiene un precio que no es apto para todos los bolsillos. Los precios por temporada parten de los 8.900 euros en las Suite Doble Gran Lujo, reduciéndose a 4.500 euros en las rutas más cortas.

Desde su creación, el Transcantábrico se ha convertido en un símbolo de lujo ferroviario, atrayendo a viajeros de todo el mundo que buscan una experiencia única y atemporal sobre raíles. Ya sea como una celebración especial o un viaje soñado, este tren ofrece una oportunidad única para quienes buscan el placer del viaje en su máxima expresión. Aunque caro, el ambiente exclusivo y personalizado de este tren lo distingue de cualquier otra experiencia ferroviaria.