España calma la guerra del agua con Gibraltar

Una patrulla de la Guardia Civil protagonizó el pasado 27 de junio una persecución a una embarcación recreativa que se encontraba pescando ilegalmente atunes rojos en aguas que rodean al Peñón de Gibraltar. Una acción que no gustó nada a las autoridades de la zona, quienes acusaron a los agentes de "intentar abordar a un buque local".

Según informa EuropaSur, los agentes de Gibraltar desplegaron al buque HMC Sentinel sobre las 10:30, después de que su Servicio de Aduanas recibiese el aviso de que una patrullera de la Guardia Civil había entrado en l en el lado Este del Peñón, en lo que consideran "aguas territoriales británicas de Gibraltar".

"Cuando el HMC Sentinel se acercó al lugar, la embarcación de la Guardia Civil detuvo su persecución de la embarcación local. Poco después, el HMC Sentinel, ya en la zona y dentro del límite de tres millas de las BGTW, interpeló a la embarcación de protección pesquera de la Guardia Civil. Los agentes alegaron haber intentado detener a una embarcación que, supuestamente, pescaba ilegalmente fuera de las BGTW", detalló el ejecutivo gibraltareño.

Finalmente, la embarcación local, identificada como un "pequeño barco de recreo blanco", fue interceptada por el HMC Sentinel. Entonces, un agente de Aduanas la abordó, aunque el buque "actuó como barrera" cuando la patrullera española trató de ubicarse junto a la embarcación interceptada, argumentando que se hallaban dentro de las aguas territoriales británicas de Gibraltar y que "tomaría el control de la situación".

A continuación, el agente escoltó a la embarcación interceptada hasta su base para continuar con el interrogatorio y recabar más información. Tras tomar declaración a los dos tripulantes y recopilar los detalles, "se constató que la embarcación local había sufrido daños en el costado de estribor, cerca de la proa", por lo que el Servicio de Aduanas gibraltareño está "en contacto con otras autoridades locales mientras prosigue la investigación".

España le quita hierro al asunto

Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, le ha quitado importancia a la contundente denuncia del Peñón, afirmando que no había habido enfrentamiento alguno entre agentes de ambos cuerpos y contradiciendo así la versión local.

Fernández defendió a los guardias civiles señalando que estaban "persiguiendo una actividad delictiva, la pesca del atún rojo". "No significa más que eso", sentenció. Por su parte, el general jefe de la IV Zona de la Guardia Civil, Luis Ortega, apuntilló que no se trató más que de un acto de "colaboración".

El delegado reconoció también ser consciente de que "hay unas aguas que están en litigio". Eso sí, señaló que el ejecutivo no las consideraba aguas de Gibraltar. "Pero hacemos un trabajo profesional, no se trata de ir provocando a nadie", apuntó antes de aseverar que "cuando hay una actividad ilícita" los agentes la perseguirán.

Por último, expresó su deseo de que se alcance el acuerdo sobre Gibraltar para lograr un "espacio de prosperidad compartida". "Hay intereses compartidos, es un mismo territorio y que se puedan evitar situaciones de conflicto y hablemos amigablemente cuando hablemos de Gibraltar", concluyó.