Emerge el proyecto ambicioso de Rusia en la Península Ibérica: "Último reducto de defensa en Europa Occidental"

Una reciente publicación de un catálogo con 60 planos históricos, por parte del área de Patrimonio del Ayuntamiento de Sevilla, contiene un gran ejemplo de la importancia que tuvo para la Unión Soviética (URSS) contar con una cartografía exacta del planeta. Y, más concretamente, de la Península Ibérica. 

Entre estos planos se encuentra un mapa de 1977 con la firma de un alto mando del ejército de la URSS, el teniente coronel G. F. Shapovalov, a escala 1:10.000 y que engloba a 58  localizaciones de la capital andaluza. ¿Por qué y para qué lo querían? Estas son algunas de las respuestas contenidas en un reportaje de El Mundo que recoge los testimonios de varios expertos en la materia.

Se trata del proyecto cartográfico emprendido por el Kremlin entre 1950 y 1990. "Era un proyecto ambicioso, totalizador, con independencia del interés estratégico. El propósito de la URSS era cartografiar el planeta entero y luego ya se vería para que se usaba", explica al citado diario el cartógrafo al cargo de la coordinación del catálogo hispalense, Fernando Olmedo.

No solo cartografiaron Sevilla, también ciudades como Barcelona, Cádiz, Jerez de la Frontera, Murcia y Sabadell, de las que se hizo hasta una segunda edición en 1991. Otros casos que destacan son los de Badajoz, Lugo o Vitoria.

¿Qué importancia tenía?, ¿cómo consiguieron la información?

"Desde tiempos inmemoriales, la Península Ibérica en general y Andalucía en particular han tenido una importancia clave debido a su posición entre dos mares y continentes, importancia que fue más acusada con la polarización del mundo en dos potencias hegemónicas", detalla a El Mundo Joaquín Cortés, experto tras la creación de la Cartoteca Histórica de Andalucía en 1987.

Y concreta: "A partir de 1950, el Pentágono pensó que la Península Ibérica podía ser el último reducto de defensa en Europa Occidental y que las bases aéreas y navales en España eran fundamentales para completar su periferia defensiva".

Sobre cómo pudieron recabar de forma minuciosa información tan precisa y tan sensible, también se pronuncia Cortés: "Hay mucha rumorología al respecto. Se decía que en el Circo Ruso se infiltraban personajes que luego iban de ciudad en ciudad tomando nota. Y que a la factoría que establecieron los rusos en Canarias para su flota pesquera del Atlántico llegaban barcos llenos de espías que luego viajaban a la Península".