El tren de alta velocidad español que va a 1,6 kilómetros por año
Esto quiere decir que para construir 16 kilómetros de vías se han necesitado 10 años.
La ejecución de la línea ferroviaria de alta velocidad de Extremadura se está construyendo a la velocidad de 1,6 kilómetros al año. La culpa la tienen la tramitación ambiental, la concesión de licitaciones, la anulación de contratos, las modificaciones de proyectos o la postergación de las obras, como informa Hoy.
Toda esta serie de despropósitos se concentran en dos tramos, los que unen Plasencia con Badajoz, conocidos como baipás de Mérida. Y la historia viene de lejos, desde el año 2002. Fue entonces cuando Fomento entregó a Medio Ambiente el proyecto de los corredores Cáceres-Mérida y Mérida-Badajoz, con propuesta de alta velocidad, doble vía y ancho internacional.
En esos papeles se proponía la construcción de un baipás de 20 kilómetros, es decir, un desvío que dejaba fuera del eje principal a la ciudad de Mérida. Este proyecto generó rechazo y ese tramo se quedó fuera del proyecto. En el año 2006 se aprobó el resto del proyecto excluyendo los 16,7 kilómetros del baipás -entre los municipios de Aljucén y Esparragalejo-.
Así que, cuando comenzaron las obras del AVE en Extremadura en 2008, el apartado del baipás seguía pendiente de un nuevo estudio. El año siguiente se decidió que la línea siguiera el recorrido inicial y se construyese un acceso a una nueva estación en el entorno del recinto ferial de Mérida. Se redactaron dos proyectos que nunca se llegaron a ejectutar.
Tras la crisis económica y la falta de ejecución en Portugal, el Gobierno decidió poner en marcha la parte más avanzada -entre Plasencia y Badajoz- para vía única de ancho ibérico. Esto supuso dejar de lado la alta velocidad con doble vía y ancho internacional.
Diez años esperando
Los tramos del baipás de Mérida, sin el baipás, salieron a concurso en 2014. Se adjudicaron por la mitad del importe y no se llegaron a empezar, así que tuvieron que anularse. Volvieron a salir a concurso en 2018 tras la modificación de los proyectos y se firmaron a finales de 2019. Pero aparecieron restos arqueológicos y llegó la pandemia de covid, así que otra vez tuvieron que esperar.
En 2022 las obras recibieron una ampliación y, aunque concluyeron, faltó por instalar las vías. Ahora el nuevo ministro de Transportes ha informado que las obras se centran en la catenaria, con el objetivo de que en 2025 el baipás entre en funcionamiento.