El teniente que abandona las fuerzas especiales para hacerse cura del Opus Dei

El teniente que abandona las fuerzas especiales para hacerse cura del Opus Dei

El veterano de la Infantería de Marina inicia su nueva vida en el sacerdocio

El interior de la iglesia de San AntónDAVID BENITO vía Getty Images

José de la Pisa Pérez de los Cobos, un veterano con 25 años de servicio en la Infantería de Marina española, ha emprendido un nuevo camino en su vida, el sacerdocio. Nacido en Valladolid en 1971, José fue ordenado sacerdote el sábado pasado en la basílica de San Eugenio, en Roma, en una ceremonia oficiada por Paul Toshihiro Sakai, obispo auxiliar de Osaka-Takamatsu (Japón).

José de la Pisa, cuyo servicio militar abarcó misiones en zonas de conflicto y operaciones de paz desde el Líbano hasta el Océano Índico, considera que su extensa experiencia en el Ejército será invaluable en su nueva misión religiosa. “La vida militar me ha permitido estar en contacto con mucha gente que sufre, con personas desarraigadas, con refugiados, con seres humanos que lo han perdido todo. Conocer de primera mano esas realidades te permite ver a las personas detrás del sufrimiento, y eso es crucial para mi labor como sacerdote”, afirma.

Desde joven, José sintió una profunda vocación tanto hacia el Ejército como hacia Dios. Con 18 años, mientras se preparaba para ingresar en las academias militares, sintió la llamada divina para entregarse a Dios a través del Opus Dei. Sin embargo, decidió cumplir su sueño de servir a su país ingresando en la Escuela Naval Militar, donde se formó para ser oficial del Cuerpo de Infantería de Marina.

Durante su carrera militar, José participó en misiones internacionales, destacándose su despliegue en el sur del Líbano en 2006, donde enfrentó la dura realidad de los refugiados sirios y palestinos. Posteriormente, en 2009, comandó un equipo de operaciones especiales en el Océano Índico para combatir la piratería, experiencias que le permitieron comprender la profundidad del sufrimiento humano y la importancia del diálogo y la empatía.

A pesar de su vocación militar, José nunca perdió de vista su llamado religioso. “Después de años dedicándome a los demás y de compaginar las actividades formativas del Opus Dei con mi profesión, pensé que en la Iglesia hacen falta sacerdotes, y que yo bien podía ofrecerme”, explica.

José dejó la vida militar para estudiar en el Colegio Romano de la Santa Cruz, en Roma, donde se licenció y doctoró en Teología Moral. Ahora, como sacerdote, espera transmitir la misericordia y el amor de Dios a través de su comportamiento y servicio a los demás. Su primer destino pastoral será en la zona de Levante, en España, donde atenderá a las personas del Opus Dei y sus labores apostólicas.

“La vida militar me ha enseñado a darme a los demás sin reservas, a valorar la importancia del compañerismo y a resolver situaciones difíciles mediante el diálogo”, reflexiona José, convencido de que estas enseñanzas serán fundamentales en su nueva vocación como sacerdote.