La cueva andaluza que pasó de ser 'okupada' a esconder la clave sobre los últimos neandertales españoles

La cueva andaluza que pasó de ser 'okupada' a esconder la clave sobre los últimos neandertales españoles

Los últimos descubrimientos han dado un vuelco total a lo que se pensaba hasta el momento respecto al tiempo de antigüedad de los primeros habitantes.

Cueva de la VictoriaJunta de Andalucía

La Cueva de la Victoria (Rincón de la Victoria, Málaga), que contiene la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC), será nuevamente objeto de excavaciones gracias a la autorización de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que además ha decidido que puedan entrar hasta 20 personas al día a cambio de 16,50 euros, para seguir de cerca los trabajos arqueológicos.

Esta cueva es considerada como uno de los grandes yacimientos del Paleolítico Superior. Ubicada en la zona oriental de la provincia malagueña, ha sido ocupada por numerosas 'civilizaciones' prehistóricas, aunque hasta no hace mucho, la idea que se tenía respecto a los primeros asentamientos no era la correcta.

En primer lugar, hay que destacar lo que dice el arqueólogo Pedro Cantalejo, quien afirmó que "el rescate de la Cueva de la Victoria ha sido una gran sorpresa arqueológica, ya que estaba casi desierta porque hasta el siglo XX se utilizaba para recoger guano, un abono natural procedente de los murciélagos, y, aunque posteriormente fue estudiada, también vivió episodios de okupación".

Esto dificultaba el acceso al estudio, aunque tampoco cambiaba mucho la situación, ya que en un principio se creía que los primeros asentamientos en la cueva podrían haber ocurrido hace, entre 15.000 y 28.000 años. Pero eso cambió cuando se dataron los "depósitos calcáreos acumulados" y los arqueólogos se dieron cuenta "de que bajo el sueño investigado por el arqueólogo Fortea, había restos del Gravetiense de los primeros Homo sapines que llegaron a la península".

Pero hasta que se llegó a esta conclusión tuvieron que pasar muchos años, infinidad de inspecciones arqueológicas y numerosos trabajos de campo, como los de Giménez Reyna y Jorge Rein (en 1941) o F. Javier Forte (en 1972) María del Mar Espejo y Pedro Cantalejo.

Y fueron Giménez Reyna y Rein los que dieron con la clave: encontraron restos de neandertales, o lo que es lo mismo, restos de hace unos 40.000 años, un descubrimiento que, como señaló Cantalejo, "han cambiado por completo la forma de mirar la Cueva de la Victoria", y colocan a día de hoy al yacimiento "a nivel internacional, al mantenerse intacto en pleno siglo XXI en la costa malagueña, lo que además es extraordinario porque estamos en una de las zonas con mayor presión urbanística del Mediterráneo".

Por todo esto, la cueva puede, a partir de ahora, aportar nuevas fechas de ocupación de poblaciones, que tal y como apunta Cantalejo a Diario Sur, intentarán "llegar al último suelo neandertal".

La principal conclusión a la que se ha llegado tras los últimos descubrimientos es la de eliminar el pensamiento de que el "Estrecho de Gibraltar sea como una barrera" y ahora la interpretan "como un puente con la interacción de los últimos grupos de neandertales que se refugiaron en la península Ibérica y los primeros Homo sapiens que lo saltaron".