El recorrido con el que conocer el Madrid de Goya

El recorrido con el que conocer el Madrid de Goya

El recorrido también incluye una visita al Cementerio de San Isidro, donde Goya fue enterrado inicialmente.

Vista de la Casa de la Villa desde una de las calles del casco histórico de Madrid.Alexander Spatari via Getty Images

Madrid, la vibrante capital de España, es una ciudad rica en historia y cultura. Entre sus muchos tesoros, uno de los más destacados es el legado del pintor Francisco de Goya. Conocer el Madrid de Goya es adentrarse en una época de cambios y revoluciones, donde el arte y la política se entrelazaban en un fascinante tapiz. Este recorrido te llevará por los lugares más emblemáticos relacionados con el artista, ofreciendo una visión única de su vida y obra.

Francisco de Goya y Lucientes, nacido en 1746, es uno de los pintores más importantes de la historia del arte. Su obra abarca desde retratos de la nobleza hasta escenas de la vida cotidiana y visiones oscuras de la guerra y la locura. Goya vivió en Madrid durante gran parte de su vida, y la ciudad está impregnada de su presencia. Este recorrido te permitirá seguir sus pasos y descubrir los lugares que marcaron su carrera y su vida personal.

El recorrido comienza en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ubicada en la calle de Alcalá. Fundada en 1752, esta institución fue fundamental en la formación de Goya como artista. Aquí, el joven Goya estudió y perfeccionó su técnica, y hoy en día, la academia alberga una importante colección de sus obras. Para visitar la academia, es necesario adquirir una entrada, que se puede comprar en la taquilla o en línea a través de su página web. La academia está abierta de martes a domingo, y es recomendable reservar con antelación para evitar largas colas.

Desde la academia, el siguiente destino es la Iglesia de San Francisco el Grande, situada en el barrio de La Latina. Esta iglesia, construida en el siglo XVIII, es famosa por su impresionante cúpula y su rica decoración interior. Goya pintó uno de los frescos de la iglesia, “La predicación de San Bernardino de Siena”, que se encuentra en una de las capillas laterales. La entrada a la iglesia es gratuita, aunque se aceptan donaciones para el mantenimiento del edificio.

Continuando el recorrido, nos dirigimos al Museo del Prado, uno de los museos más importantes del mundo. El Prado alberga una extensa colección de obras de Goya, incluyendo sus famosos “Caprichos” y “Desastres de la guerra”. Para visitar el museo, es necesario adquirir una entrada, que se puede comprar en la taquilla o en línea. El museo está abierto todos los días excepto los lunes, y es recomendable dedicar al menos medio día para explorar sus vastas galerías.

Otro lugar imprescindible en este recorrido es la Quinta del Sordo, la casa donde Goya vivió durante sus últimos años en Madrid. Aunque la casa original ya no existe, en su lugar se encuentra una placa conmemorativa que recuerda su estancia. La Quinta del Sordo es famosa por ser el lugar donde Goya pintó sus inquietantes “Pinturas negras”, una serie de murales que reflejan su visión más oscura y pesimista del mundo. Estas pinturas se pueden ver hoy en el Museo del Prado.

El recorrido también incluye una visita al Cementerio de San Isidro, donde Goya fue enterrado inicialmente. Aunque sus restos fueron trasladados posteriormente a la Ermita de San Antonio de la Florida, el cementerio sigue siendo un lugar de interés para los admiradores del pintor. La ermita, situada en el barrio de Moncloa-Aravaca, es famosa por sus frescos, que Goya pintó en 1798. La entrada a la ermita es gratuita, y es un lugar tranquilo y solemne para reflexionar sobre la vida y obra del artista.

Titania
Titania
Santander

Para completar el recorrido, no puede faltar una visita al Palacio Real de Madrid. Aunque Goya no trabajó directamente en el palacio, muchas de sus obras fueron encargadas por la familia real y se exhiben en sus salones. El palacio está abierto al público, y las entradas se pueden comprar en la taquilla o en línea. Es recomendable visitar el palacio temprano en la mañana para evitar las multitudes.