El peor ataque de tiburones de la historia: 317 supervivientes de 1.196 marineros
Sucedió en medio del Pacífico a escasos días del fin de la Segunda Guerra Mundial tras el hundimiento del USS Indianápolis.
La historia de los marineros del crucero de la marina estadounidense USS Indianápolis supera con creces la gran mayoría de historias de terror que se hayan podido ver en la gran pantalla. De sus 1.196 marineros apenas quedaron 317. Su historia, de hecho, está ligada a la película Tiburón, de Steven Spielberg, ya que el personaje Quint, el intrépido pescador que se presta a guiar la caza del monstruo del film, se basaba en un superviviente del desastre del Indianápolis.
La nave fue la encargada de transportar partes vitales de las bombas atómicas que pondrían punto y final a la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Sin embargo, tras entregar las piezas, el Indianápolis nunca volvió a casa.
Sus restos descansan a 5.000 metros de profundidad entre la isla de Guam, en la Micronesia, y Filipinas. La noche del 29 de julio, al filo de la medianoche, el barco fue alcanzado por los torpedos de un submarino japonés, los cuales acertaron de lleno en los depósitos de municiones. El efecto fue devastador y el barco poco menos que se partió por la mitad. Tanto es así que, según los testimonios de los escasos supervivientes que hubo, el Indianápolis se hundió en apenas 12 minutos.
Debido al poco tiempo de reacción, los marineros apenas tuvieron tiempo de ponerse los chalecos salvavidas, y solamente consiguieron desplegar algunas de las lanchas de emergencia con las que contaba el buque. Tras el estallido y hundimiento, consiguieron salvar la vida 880 marinos. Pero la pesadilla que esperaba a los supervivientes no había hecho más que empezar.
Calor, hambre, sed y muchos tiburones
Debido al impacto de los torpedos y a la consiguiente explosión el crucero no pudo dar la voz de alarma por radio para informar de su situación, lo que supuso que nadie se enterara en el momento de que necesitaban auxilio. Otros relatos sobre el episodio, sin embargo, cuentan que no emitieron ninguna señal debido al carácter secreto de su misión, ya que era vital que los componentes de las bombas atómicas llegaran de manera secreta al Pacífico.
Pero ambas versiones conducen al mismo punto: 880 marinos a la deriva en medio del océano. Tuvieron que enfrentarse al sol durante el día y a bajas temperaturas por la noche mientras la mayoría de ellos permanecían flotando en el gua con sus chalecos salvavidas. Se organizaron en pequeños grupos. Y los tiburones aparecieron a la mañana siguiente del hundimiento.
Durante días, los marineros estuvieron a merced de los escualos, que atacaban a los grupos de marineros que se encontraban en la superficie. Así permanecieron durante días hasta que finalmente apareció un buque de la armada estadounidense que acudió a la zona tras días sin noticias del USS Indianápolis. Según los testimonios, en torno a los supervivientes flotaban los restos de los marineros devorados por los tiburones. De los 880 que consiguieron superar el hundimiento solo quedaron 317.
A ciencia cierta no hay acuerdo en cuántos de ellos murieron a consecuencia de los ataques de estos animales, pero algunas versiones elevan esa cifra hasta 400. Sin duda, el peor ataque de tiburones de la historia.