Cómo llegar y descubrir la playa paradisiaca de Galicia
La playa se revela en todo su esplendor durante la marea baja, cuando los acantilados y las formaciones rocosas quedan al descubierto.
La Playa de las Catedrales, situada en la costa de Lugo, Galicia, es un destino que no deja indiferente a nadie. Este paraíso natural, también conocido como Playa de Aguas Santas, se encuentra entre Foz y Ribadeo, muy cerca de la frontera con Asturias. Su fama se debe a las impresionantes formaciones rocosas esculpidas por el mar y el viento, que crean arcos y bóvedas que recuerdan a los arbotantes de una catedral gótica.
Para llegar a este lugar mágico, los visitantes pueden optar por varias opciones. Si se alojan en el municipio de Ribadeo, pueden solicitar un pase en su establecimiento de hospedaje, lo que les permitirá acceder directamente a la playa. Además, existe un servicio de autobús lanzadera llamado “Bus Praia” que sale de Ribadeo, con la primera salida desde la Oficina de Turismo. Es importante tener en cuenta que el color del billete de ida debe coincidir con la hora de regreso, garantizando así el acceso a la playa.
El acceso a la Playa de las Catedrales es gratuito, pero se restringe durante el período comprendido entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, así como en Semana Santa. Durante este tiempo, solo se permite un máximo de 4812 personas al día para visitar la playa. Las reservas se pueden hacer a través del sitio web habilitado por la Xunta de Galicia, con un máximo de 15 días de anticipación. En caso de dudas o problemas durante el proceso de reserva, se puede contactar con el teléfono de información ciudadana de la Xunta de Galicia o con la Subdirección Xeral de Espazos Naturais.
La playa se revela en todo su esplendor durante la marea baja, cuando los acantilados y las formaciones rocosas quedan al descubierto. Es importante estar atento a las mareas y no acercarse a los bordes no protegidos del acantilado. Los miradores a lo largo del paseo marítimo ofrecen vistas seguras del paisaje, permitiendo apreciar las grietas, socavones y galerías de rocas formadas por la erosión del agua. Los colores y formas cambiantes, típicos de la costa gallega del mar Cantábrico, se ven influenciados por la hora del día y la posición del sol.
El acceso a la playa se realiza a través de un paseo elevado de tablones de madera que brinda vistas panorámicas del océano. Para descender a la playa, se utilizan escaleras seguras. A pesar de su longitud de aproximadamente 1.5 kilómetros, la playa se siente pequeña debido a los acantilados y las formaciones rocosas, y caminar por ella evoca una sensación de recogimiento y admiración.
La Playa de las Catedrales es un Espacio Natural Protegido de Galicia, con un límite máximo de cinco mil visitantes diarios durante la temporada alta. Las mareas bajan dos veces al día y suben otras dos, lo que significa que aproximadamente tardan seis horas en subir y seis en bajar. Justo al lado del acceso a la playa, se encuentra un amplio estacionamiento gratuito para vehículos, que no requiere reserva. También cuenta con un área de estacionamiento para autocaravanas, un bar y una zona de picnic.
La ubicación más famosa de la Playa de las Catedrales son sus arcos, situados al final de la playa. Estos arcos son golpeados casi todo el día por las fuertes olas del mar Cantábrico. Como muchos saben, uno de esos temporales destruyó parcialmente uno de los arcos, pero algún día desaparecerán por completo.
El tiempo necesario para visitar la Playa de las Catedrales depende de las preferencias de cada visitante. Se recomienda ingresar entre dos horas antes y hasta dos horas después del horario de marea baja indicado en la tabla de mareas de la Playa de las Catedrales para el día de la visita. Es importante estar atento a las condiciones meteorológicas antes de planificar la visita, ya que el clima en Galicia puede ser impredecible.