La ciencia encuentra una combinación de dietas para llegar a los 100 años
Una mezcla que permitiría incrementar la esperanza de vida hasta en 20 años.
La ciencia ha encontrado la clave para rozar la eterna juventud o, al menos, alcanzar un vida centenaria: la combinación de dos dietas, la de la longevidad y el ayuno intermitente. El bioquímico Valter Longo, que recientemente ha publicado el libro El ayuno contra el cáncer, donde expone los resultados de diez ensayos sobre la relación entre el ayuno intermitente y el cáncer, considera que la combinación de ambas podría elevar la esperanza de vida individual hasta en 20 años.
La dieta de la longevidad, que según Longo también ha demostrado efectividad en la prevención del cáncer, se basa en el consumo de legumbres, frutos secos como almendras o nueces, aceite de oliva y pescado tres veces por semana. Asimismo, se prioriza el consumo de carnes blancas mientras se reduce al mínimo la ingesta de carnes rojas. Se recomienda evitar el azúcar y las proteínas de origen animal, ya que pueden ser "el alimento preferido" de las células cancerígenas, según destaca el científico en una información de El Economista.
Longo, que desarrolla su trabajo en el Institute of Molecular Oncology de Italia y el Longevity Institute de la University of Southern California en Estados Unidos, sugiere que la dieta mediterránea, aunque es una opción válida, debe seguirse de una forma más estricta para obtener los máximos beneficios y, por eso, recomienda a las personas de entre 20 y 70 años que combinen esta dieta con la de la longevidad.
El propio autor del libro ha seguido rigurosamente la dieta de la longevidad durante años, lo que le ha permitido mantener su peso y apariencia juvenil, asegura. Además, realiza una hora de caminata diaria para mantenerse en forma.
El ayuno intermitente también se presenta como una estrategia efectiva para la prevención de enfermedades y como complemento en las terapias contra el cáncer. Según Longo, el desafío reside en eliminar todas las células tumorales antes de debilitar los sistemas inmunológico y nervioso del paciente. La combinación de la dieta de la longevidad y el ayuno intermitente, siempre bajo la supervisión de profesionales médicos, podría contribuir a este objetivo.