Alarma por Navidad tóxica: descubren una plaga de sustancias peligrosas en juguetes infantiles

Los niños, y más aún los bebés, son más vulnerables a las sustancias tóxicas que nos rodean, sobre todo si están presentes en materiales que manipulan con sus manos y se llevan a la boca, como pueden ser los jueguetes. 

La comunidad científica sigue investigando y ha alertado en más de una ocasión sobre la presencia de sustancias peligrosas en artículos como los juguetes, lo que plantea interrogantes sobre cómo salvaguardar la salud de los millones de niños del mundo, que representan el 27% de la población mundial.

Un estudio de 2023 reveló que 46 de 72 prendas de vestir para niños de 13 países contenían PFAS, conocidas como "sustancias químicas permanentes". La exposición a PFAS se ha relacionado con retrasos en el desarrollo, alteraciones hormonales y mayores riesgos de cáncer. Las etiquetas como "libre de PFAS" pueden ayudar a los consumidores a identificar productos más seguros.

Más allá de esto, en la fabricación de juguetes cada vez se utilizan más los plásticos reciclados, lo que conlleva sus propios riesgos. Un estudio realizado este año identificó 69 compuestos potencialmente nocivos en juguetes fabricados con polietileno de alta densidad (HDPE) reciclado. 

Ante esto, los investigadores hicieron hincapié en mejorar los procesos de reciclaje con tecnologías de limpieza avanzadas para eliminar los contaminantes residuales. Sin embargo, la variabilidad de los materiales reciclables complica la clasificación y la purificación, según señala el medio Interesting Engineering.

La autora del estudio, Paula Vera Estacho, profesora del Departamento de Química Analítica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza, destaca que el uso de materiales reciclados, como las poliolefinas, es una evolución relativamente reciente en la industria del juguete, por lo que las normas para los materiales reciclados siguen sin desarrollarse.

Los estudios de migración, fundamentales para comprender cómo se transfieren las sustancias de los productos al cuerpo humano, son complejos, costosos y no son obligatorios a nivel universal. Sin salvaguardas sólidas, los juguetes reciclados pueden presentar nuevos riesgos para la salud.