Acude al rescate de una gran empresa del país y su primera orden es cambiar la silla de todos los empleados: "Hay actos simbólicos con más valor del que creemos"

Ana Trigo Morais es conocida entre sus compañeros como "la mujer fuerte" de la sostenibilidad y el reciclaje en Portugal. Abogada de formación, lidera desde 2018 la Sociedade Ponto Verde (SPV), donde ha sido clave en la formulación de políticas medioambientales. Su lema de vida, "si algo merece ser hecho, merece ser hecho bien", refleja su compromiso con la excelencia en todo lo que hace.

Criada en Leça da Palmeira, Ana es la hermana mediana de una familia tres. Su abuelo, militar, le inculcó "el rigor y no tener miedo a correr riesgos", según cuenta en Sic Noticias. Asimismo, sostiene que "ningún líder puede ofrecer resultados si no tiene la capacidad de liderar a la gente".

Aunque inició su carrera laboral como abogada, pronto se dio cuenta de que el sistema judicial no era para ella. "La máquina de la justicia era muy lenta, muy burocrática, muy servil", recuerda. Esto la llevó a redirigir su camino hacia el mundo asociativo y cultural.

Su concepto de 'liderazgo'

A lo largo de los años, ha ocupado importantes cargos de liderazgo en la Asociación Industrial Portuguesa, el Teatro S. Carlos y el Centro Cultural de Belém, donde, según ella, las oportunidades llegaron porque ella lo permitía para aprender y crecer en diversos cambios. "Era muy curiosa y aprendí mucho en los lugares que visitaba", señala. "Aún hoy pienso que estudiar y trabajar a tiempo parcial es una puerta de entrada importante al mercado laboral", añade.

En 2018, asumió la dirección de la Sociedade Ponto Verde, donde uno de sus mayores retos ha sido gestionar una organización de gran envergadura que presta servicio a más de 8.000 empresas. "No es solo gestionar una empresa, es gestionar una organización que rabaja para la comunidad y el país", afirma. 

Su enfoque en la gestión se centra en la importancia de un liderazgo ejemplar. "Necesitamos tener buenos líderes. En momentos como este, con el mundo temblando bajo nuestros pies, es necesario liderar con faros, mirando hacia adelante, con visión", subraya.

Por ello, cuando se pueso al frente de la Sociedade Ponto Verde, miró desde el primer momento por sus empleados: "La primera decisión que tomé fue cambiar las sillas de los trabajadores. Hay actos simbólicos que tienen más valor del que creemos".