Juan Bonilla, detener el tiempo con una palmada
Es uno de los maestros del cuento de la literatura española actual. Así lo atestiguan sus libros 'El que apaga la luz', 'La compañía de los solitario's o 'Tanta gente sola'. Pero no sólo eso: es un gran poeta y sus novelas son como 'uppercuts' que sacuden la conciencia.
Juan Bonilla (Jerez, 1966) es uno de los maestros del cuento de la literatura española actual. Así lo atestiguan sus libros El que apaga la luz, La compañía de los solitarios o Tanta gente sola. Pero no sólo eso: es un gran poeta y sus novelas son como uppercuts que sacuden sin descanso la conciencia del lector. Títulos como Cansados de estar muertos, Nadie conoce a nadie (en la que se basó la película homónima de Mateo Gil) o Los príncipes nubios, ganadora del Premio Biblioteca Breve del año 2003, nos muestran a un autor incisivo, amante de los detalles y con una gran capacidad para alumbrar y deslumbrar al lector. Su último libro es Prohibido entrar sin pantalones, publicado por Seix-Barral, y cuenta la vida del poeta ruso Maiakosvki, desde una perspectiva fresca y desenfadada. Estas son las respuestas que nos da para invitarnos a sumergirnos en el mundo de los libros, con motivo de la Feria del Libro de Madrid.
¿Qué libro estás leyendo ahora?
Vida de los trovadores y sus damas, de Martín de Riquer.
¿Qué libro te marcó en tu infancia o adolescencia y por qué?
En la adolescencia El árbol de la ciencia, de Pío Baroja. Enseñaba que la juventud a la que nos dirigíamos iba a ser amarga y amargada. Fue estupendo descubrir cuánto se equivocaba. También Pentesilea de Heinrich Von Kleist: me dejó muy alucinado.
¿Qué autores te han marcado más a lo largo de tu vida como lector?
Supongo que los que leía en la adolescencia, cuando el cemento del cerebro estaba lo suficientemente fresco como para que la pisada de un jilguero dejase su marca. Poco después ya no dejaría marca ni un diplodocus. Así que los autores que leí en el Instituto bien por imposición del plan de estudios o por investigación personal, Pérez Galdós, Cervantes, Bukowski, Pessoa, Catulo, Borges, García Calvo -que vino a mi Instituto a dar una conferencia. De los autores leídos con posterioridad a los dieciocho años, creo que Larkin, Nabokov, Vargas Llosa y la poesía de Anne Sexton.
¿Qué libro del que tuvieras un buen recuerdo te ha defraudado con el paso del tiempo o viceversa?
No releo los libros de los que tengo buen recuerdo y temo que me puedan decepcionar ahora. Al revés sí: algunos libros con los que no pude cuando traté de leerlos la primera vez y luego me han impresionado, por ejemplo, El hombre sin atributos de Robert Musil, o la Divina Comedia de Dante.
¿Qué libro tuyo recomendarías a los lectores que todavía no te han descubierto?
El libro de cuentos Tanta gente sola.
Y de tus contemporáneos, ¿a quién recomendarías para iniciarse en el mundo de la lectura?
A Lorrie Moore en prosa, a Wislawa Szymborska en verso (aunque yo entiendo por contemporáneo todo aquello que esté vivo, y entiendo que todo libro es contemporáneo pues basta con abrirse y leerse para que pertenezca a esta época, que por cierto es la única época que hay).
Y los niños, ¿cómo podemos contagiarles la pasión por los libros?
Tratando de demostrarles, mostrarles, que en los libros hay cosas que sólo se pueden encontrar en los libros.
Por último, ¿qué historia de ficción te hubiera gustado vivir en carnes propias?
Sin duda alguna La Fermata de Nicholson Baker: es una novela en la que el protagonista puede detener el tiempo -y todo se queda quieto menos él- con sólo dar una palmada, cuando se le antoje.
Foto: Juan Carlos Gárgoles.