Si no sabes cantar en mi idioma sin burlarte, entonces no lo hagas
A partir de hoy, voy a boicotear la versión de Justin Bieber de Despacito. La escuché por primera vez el mes pasado y me quedé pasmado de la emoción. Me encantó el ritmo, la letra y no me terminaba de creer que Justin Bieber cantara el estribillo entero. Despacito ya era antes de eso una muy buena canción. La parte de Bieber no está mal, pero como hispanohablante, me sentí orgulloso y emocionado de que una estrella mundial estuviera cantando en mi idioma.
Soy muy fan del español. Me encanta cruzarme con hispanohablantes en el campus de la Universidad, adoro la literatura hispanoamericana y, por algún motivo, me alegro mucho al oír comunicados o publicidad en español cuando voy en el metro por Nueva York o Washington. Me encanta también la influencia que está teniendo la cultura latinoamericana en los Estados Unidos: me enorgullece ver que mis amigos estadounidenses disfrutan comiendo arepas y tequeños típicos de Venezuela y ver gente bailando el último éxito de Chino y Nacho en cualquier fiesta universitaria me llena de emoción.
Por ello, me tomé la versión que hizo Justin Bieber de la canción de Luis Fonsi como una especie de victoria. Bieber no solo participaba en una canción de un artista hispanohablante: ¡él también estaba hablando en español! Me puse la canción en bucle y obligué a mis padres a escucharla también. Fue bonito mientras duró.
Hace poco, salió a la luz un vídeo de Justin Bieber intentando cantar la canción en un club nocturno de Nueva York y fue un desastre: no se acordaba de ninguna palabra de la canción más que de "despacito", el título. Se puso a berrear y balbucear cosas sin sentido, gritando algo como "bla, bla" y, lo que es peor, chillando lo que, según él, son los sonidos del español, como si fueran buenas opciones para sustituir las palabras reales. Se reía y gritaba palabras como "burrito" o "Dorito" para intentar rellenar sus lagunas.
"¡Está borracho!", dijo mi madre. Sus mayores fanáticos le defenderán diciendo que no se le puede atacar por haber cometido un error, que había bebido demasiado y que no estaba actuando, que simplemente se le olvidó la letra de una canción que está en otro idioma. Sin embargo, durante un directo en Instagram, Justin se grabó a sí mismo haciéndolo otra vez, recreando la burla (o empeorándola). Este vídeo demuestra que no se había olvidado de la letra: es que ni siquiera se la había llegado a aprender. A saber qué pasó por su cabeza para que burlarse del español (otra vez) le pareciera una buena idea.
Cualquier persona que me conozca puede dar fe de que no soy un extremista y no me ofendo por cualquier tontería, pero escuchar a Justin Bieber usar mi idioma para hacerse aún más rico y burlarse varias veces sin remordimientos me hizo hervir la sangre.
Sí, Purpose fue un buen álbum (e incluso pagué por verle hacer playback en directo), pero parece que Justin Bieber ha vuelto a ser lo que siempre pensé que era: un niñato consentido que no sabe distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. No le culpo por no saberse la letra en español, pero su burla de nuestro idioma fue inadmisible.
Justin Bieber ha demostrado que es incapaz de cantar en español sin burlarse del idioma, así que, simplemente, no debería ni intentarlo. Yo, por ejemplo, no pienso escuchar su versión de Despacito nunca más. Espero que tú tampoco.
Su versión pasó a ser la canción más buscada del mundo cuando salió, pero yo no soy capaz de escucharla a costa de 400 millones de hispanohablantes. La versión original de Luis Fonsi y Daddy Yankee en español está perfecta tal y como está, y esa es la que pienso escuchar de ahora en adelante.
Este post fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.